El Porriño se desplaza mañana hasta Lérida donde el viernes arranca la fase de ascenso a la Liga ABF, la máxima categoría del balonmano español. Es su segundo asalto consecutivo a la élite, tras quedarse hace un año a las puertas por una derrota en el último partido contra el Roquetas, en el que se había lesionado su estrella Estela Doiro, que recientemente debutaba con la selección española absoluta.
El equipo que dirige Abel Estévez parte con desventaja en esta fase en la que seis equipos buscan las dos plazas de ascenso, ya que cuentan los resultados con los equipos del mismo grupo en la fase regular. El Porriño perdió los dos encuentros con el Gijón y le ganó uno de los dos al Kukullaga Etxebarri.
La fase de ascenso comenzará con una clasificación encabezada por el Lleida, que suma 6 puntos, seguido del Kukullaga y el Gijón con cinco, el Amposta con cuatro, y cierran el Porriño con el Castelldefels que suman dos.
Pero el técnico porriñés ve al equipo mentalizado para hacer un buen papel y consciente de que el ascenso depende de ellos, aunque prefiere no echar cuentas. «No sé si necesitaremos cuatro victorias o cinco, cada vez que hemos echado cuentas ha salido mal, pero lo tenemos en nuestra mano», señala Abel Estévez.
Cree que es muy importante ganar el primer encuentro ante el Amposta, al que ya tiene estudiado. «Hemos visto los vídeos y tanto el Amposta como el Lleida tienen gente grande, son del estilo del Salud Tenerife, equipo que se nos ha dado bien», comenta.
Cree que la presión no le podrá a sus jugadoras, que ya cuentan con la experiencia del año pasado. «Ahora mismo veo al equipo liberado, la plantilla está más relajada que en la fase regular, en la que se veían obligadas a clasificarse. Si le ganamos al Amposta nos dará más seguridad y creeremos en nuestras posibilidades», destaca Abel.
El Porriño será el equipo más joven de la fase, con una media de edad en las 17 que se desplazarán de 21 años. Las jugadoras son las mismas de la temporada pasada, con un solo cambio en la plantilla, y otras que han ganado en protagonismo.
El trabajo de la base está dando sus frutos y el futuro va bien encaminado, pues el filial disputará la fase final de ascenso a División de Plata, y el equipo cadete se ha metido en la fase final del campeonato de España por segundo año consecutivo.
Pero el paso más importante del club le espera en estos dos próximos fines de semana con los tres partidos de Lérida y los tres la semana que viene en Etxebarri contra los mismos rivales.
«Veo al equipo liberado de la presión de la fase regular, en que se veía obligado a clasificarse»
Entrenador del Porriño