Abandonada en mar abierto una ballena muerta varada en Cangas

J. Santos CANGAS / LA VOZ

VIGO

Salvamento remolcó el cetáceo, de 12 metros y 15 toneladas, a 20 millas

08 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Una ballena común muerta recientemente y que fue avistada por un pesquero a media tarde de anteayer al norte de las Estelas, acabó varando ayer en la playa de Liméns, atrapada entre los cabos de varios fondeos existentes al oeste del arenal, a unos veinte metros de la playa. La embarcación de Salvamento Marítimo Salvamar Mirage la remolcó ayer hacia mar abierto, a 20 millas de la costa, tras constatar que ningún organismo estaba dispuesto a hacerse cargo de ella.

Se trata de un rorcual, un cetáceo oceánico que en primavera migra desde África hacia el norte y que pasa habitualmente a más de diez millas de la costa.

Es el principal tipo de ballena que se capturaba cuando aún estaba permitido pescarlas, antes de 1985. Sin embargo, no es habitual que aparezcan rorcuales en la costa y menos en tan buen estado de conservación como el que apareció ayer en la ría. El último ejemplar en situación similar, según indica la Coordinadora para o Estudio de Mamíferos Marinos (CEMMA), apareció hace dos años cerca de Baiona.

Este fue avistado en la bocana sur de la ría sobre las siete de la tarde del jueves. Salvamento intentó atraparlo sin éxito. A lo largo de la noche, el mar de suroeste lo llevó hacia la costa canguesa.

Pablo Cordeiro, un buzo de Protección Civil Cangas, rodeó la cola del animal con un cabo que ató al que le pasó la Salvamar Mirage. La embarcación inició el traslado de la ballena pasada la una de la tarde, pero al poco perdió la cuerda y el buzo tuvo que volver a sumergirse para prenderla de nuevo.

El barco tomó de inmediato rumbo hacia mar abierto. Según indica Salvamento Marítimo, la intención era soltarlo a más de 20 millas, pero el estado del mar hizo que se abandonase a esa distancia. Se dieron los correspondientes avisos a los navegantes, indicando la hora y posición de la ballena, que, dependiendo del viento y las corrientes, podría volver de nuevo a la costa.

Si el cetáceo llegara finalmente al litoral, el correspondiente Concello sería el responsable de los restos. Hace un año se dio el caso de un delfín que apareció muerto entre las bateas de Liméns. No lo quiso Cangas ni Moaña ni Vigo. Al final, se remolcó mar adentro.