Caballero no logra evitar que las limpiadoras interrumpan el pleno

David Suárez Alonso
D. Suárez VIGO

VIGO

Se impidió el acceso de las trabajadoras que habían participado en anteriores protestas pero seis que no estaban en la lista pasaron los controles policiales y pidieron a gritos al alclade una solución a su conflicto.

28 abr 2011 . Actualizado a las 16:31 h.

Las trabajadoras de la limpieza en los colegios públicos de Vigo han vuelto a interrumpir esta mañana el pleno, a pesar de que se había dispuesto un dispositivo policial para impedir su entrada. El pasado lunes sus protestas ya habían obligado a suspender el que iba a ser el último pleno de la legislatura y hoy un pequeño grupo de trabajadoras consiguieron acceder al salón de plenos de donde fueron desalojadas tras pedir a gritos al alcalde que les dejase hablar.

Una veintena de agentes de la Policía Local controlaban desde primera hora de la mañana el acceso al Concello y han obligado a mostrar su DNI a todos los que querían acceder como público al pleno. Los agentes comprobaban si figuraban en la lista de personas con «acceso limitado» al pleno, como se podía leer en la parte superior del folio.

Cuando trataron de entrar algunas de las empleadas de Linorsa, la concesionaria de la limpieza de los colegios públicos, los policías les explicaron que no podían entrar. Figuraban en la «lista negra», como la catalogaba una de las limpiadoras, y había órdenes «de arriba» de que no podían acceder al salón de plenos. «Xa sabíamos que non nos ían deixar pasar», reconocía una de ellas, aunque denunciaba que les trataban como «delincuentes». Las personas de la lista, diecisiete trabajadoras que habían participado en las anteriores protestas, no solo no podían acceder al pleno sino que si querían ir a otra dependencia del consistorio tenían que entrar de una en una y acompañadas por un policía.

Aún así, seis trabajadoras que no estaban en la lista consiguieron acceder al salón de plenos y una de ellas interrumpió la sesión para pedir a gritos que el alcalde les escuchase y hiciese algo para acabar con su conflicto con la concesionaria, que ya dura seis meses. «Escóiteme que son tanto como os políticos», decía la limpiadora y recordaba que tenía que recurrir a los gritos porque no se habían aceptado las cuatro solicitudes presentadas por el colectivo para poder intervenir en un pleno.

El alcalde dio orden de desalojarles y entre varios policías consiguieron que abandonasen la sala. Continuaron, junto al resto de sus compañeras, con sus protestas en el exterior del Concello, donde permanecieron con una pancarta y dando gritos durante las más de tres horas que duró el pleno. La representante de CIG, Tránsito Fernández, ha asegurado que se plantean ir después a comisaría a denunciar al alcalde por impedirles acceder al pleno como ya hicieron hace unos meses porque consideran que es una acción «totalmente antidemocrática».

Mientras se desalojaba a las trabajadoras del pleno, se suspendió unos minutos el pleno. Durante este tiempo se ausentaron la mayoría de los concejales del grupo socialista. Solo quedaron sentados en sus puestos los ediles Laura López Atrio y Xulio Calviño, precisamente los dos que no figuran en las listas del PSOE para las próximas municipales. El portavoz del PP, José Manuel Figueroa, pidió posteriormente al alcalde que tuviese en cuenta las solicitudes de intervención en el pleno y reconoció que había peticiones de las trabajadoras de Linorsa y de los padres de los colegios Altamar y Santa Rita. «Esta conflictividade se podía evitar dando participación a estes colectivos», aseguraba Figueroa, que también dijo que se va a solicitar un pleno extraordinario para que puedan intervenir. Esta petición cuenta con el apoyo del BNG que mantiene que la petición de intervención las trabajadoras no llegó a la junta de portavoces previa al pleno.

La sesión plenaria se pudo reanudar con normalidad aunque con la protesta silenciosa de padres de los alumnos del colegio Altamar, que sí consiguieron acceder al pleno sin problemas. Aunque el de hoy ha sido el último pleno ordinario antes de las elecciones municipales, las limpiadoras anuncian que la cosa no quedará así. «Xa falaremos cando veñas a pedir ó voto pola rúa», le gritaba al alcalde una de ellas. Su única petición es que el Concello obligue a la empresa a cumplir los términos del nuevo convenio firmado en febrero, un acuerdo al que se llegó con la mediación del gobierno municipal.