El incendio que el miércoles calcinó 2.000 metros cúbicos de madera en un aserradero de Puxeiros provocó un vertido de aguas residuales procedentes de la extinción al cauce del río Lagares. La medida obligó a realizar muros de contención que ayer el Concello de Vigo asumió como actuación suya.
El portavoz del grupo municipal socialista, Carlos López Font, destacó que a las 17.00 horas se acercó a la zona la concejala Chus Lago y el vertido se dio por controlado media hora después. No fue hasta dos horas más tarde, según el responsable del PSOE, cuando aparecieron técnicos de Augas de Galicia.
En respuesta a estas críticas, la Xunta aseguró ayer que la gestión fue inmediata en cuanto se localizó la llegada de estos residuos, en concreto en el Pepín, en la zona alta de Puxeiros. Según explican desde la Consellería de Medio Ambiente, la alerta sobre aguas turbias llegó al mediodía y peronal técnico se trasladó a la zona, donde constató que no afectaba a la calidaad de las aguas. Hasta la zona movilizó un cambión cisterna para contener los restos y permanecerá en la zona hasta que se de por completo por extinguido.
La delegada de la Xunta en la ciudad, Lucía Molares, destacó que la actitud del Concello de Vigo solo buscaba generar conflictos, «en vez de traballar conxuntamente».
Sin tasación
A lo largo de toda la noche y la jornada de ayer los bomberos del parque comarcal de O Porriño permanecieron en los terrenos del aserradero Viuda de Pereira S.L. para garantizar que las altas temperaturas provocadas por el fuego no causaban un nuevo incendio. Para ello los efectivos retiraron los restos de madera de la nave que se desplomó y enfriaron todo lo que quedaba de la estructura. Todas estas tareas fueron seguidas por el responsable de la firma, Alvaro Pereira, que ayer continuaba sin explicarse las causas del fuego. Las llamas surgieron sobre las 3.35 horas de la madrugada y de momento no se conoce el daño económico que probaron.