El mundo vía Vigo

Jorge Lamas Dono
jorge lamas VIGO / LA VOZ

VIGO

La ciudad fue un centro telegráfico vital para España

23 mar 2011 . Actualizado a las 11:35 h.

«Londres, 4 (Vía Vigo). Lord Frederic Cavendisk, hermano del ministro Lord Hartington, ha sido nombrado ministro de Irlanda. La designación ha defraudado las esperanzas de los diputados irlandeses». Era uno de los despachos telegráficos que publicaban todos los periódicos de España en la década de los ochenta del siglo XIX. El denominador común de aquellas noticias estaba en su encabezamiento: Vía Vigo.

Todo se remonta a 1871, cuando el británico J. Pender fundaba la empresa Eastern Telegraph Company con el objetivo de comunicar telegráficamente Gran Bretaña y sus colonias repartidas por todo el mundo. Esta empresa obtuvo la concesión del Gobierno español para conectar Porthcurno, en Cornualles, con Lisboa. Aquel cable submarino se detenía en Vigo, donde la empresa británica abrió una oficina el 17 de mayo de 1873.

La primera sede de lo que los vigueses denominarían el Cable Inglés se ubicó en la calle Real, pero posteriormente se trasladó a la calle del Príncipe y aún después a Casa Barcena, en Policarpo Sanz, donde compartió edificio con el Cable Alemán.

Las primeras comunicaciones entre España e Inglaterra costaban 40 reales por despacho sencillo de veinte palabras, incluidas las de la dirección, a las que había que sumar 20 reales por cada diez palabras más o una fracción de este número. «Debe expresarse a la cabeza del despacho Vía Vigo, que no se contará en las palabras de pago», se decía en El Diario Oficial de Avisos de Madrid el 21 de junio de 1873. La ciudad añadía la comunicación internacional a su red telegráfica nacional que ya funcionaba desde 1863. Curiosamente, el cable submarino entre Vigo y Cornualles no fue el primero que tuvo la ciudad ya que en 1869 se puso en funcionamiento la conexión telegráfica, vía submarina, entre Vigo y el lazareto de San Simón.

La otra gran empresa de telecomunicaciones que conectaba Vigo con el mundo era Deutsche See Telegraphengesellscraft, con sede en Colonia. Esta empresa alemana mantuvo abierta la comunicación con Emden, en el Mar del Norte, hasta la Primera Guerra Mundial, que quedó destruida la línea por los bombardeos.

«Traslator»

El Cable Inglés introdujo en marzo de 1879 una gran novedad en sus servicios, que anunciaban con el traslator telegráfico, «por cuyo medio el gabinete central de Madrid funcionaba directamente con la estación de la compañía en Londres o con la de Falmouth, según los casos, sin hacer escala intermedia», se decía en La Iberia del 12 de marzo de 1879.

No era la única mejora que se introducía en el servicio. La Eastern Telegraph Company añadía la aplicación del doctor Muirhead, que consistía en un sistema dúplex con el que transmitiendo y recibiendo simultáneamente los telegramas conseguían doblar su velocidad. «Las personas que deseen aprovecharse de estas ventajas deberán expresar Vía Vigo-Falmouth», advertía el periódico madrileño.

Durante el primer mes de servicio de estas mejoras, en marzo de 1879, los telegramas transmitidos entre Madrid e Inglaterra por la vía Vigo-Falmouth, tardaban un tiempo medio de 51 minutos en llegar a su destinos.

A partir de ese momento, las noticias servidas por las agencias internacionales, como Fabra, hacían referencia a Vigo, junto con la fecha y lugar de origen de la noticia, ya se produjeran estas en Borneo, El Cairo, Washington o La Habana. Todas las comunicaciones pasaban por Vigo.