Un grupo de representantes del comité de empresa de Povisa esperaban a Feijoo y a la conselleira Pilar Farjas en los terrenos del nuevo hospital de Vigo. Los trabajadores no pudieron acercarse al presidente porque la policía se lo impidió, pero corearon consignas contra la Xunta y reclamaron la dimisión de la conselleira, Pilar Farjas. Ven en riesgo sus puestos por el retraso en firmar un contrato entre el Servizo Galego de Saúde (Sergas) y el hospital del grupo empresarial Nosa Terra 2000.
El presidente del Gobierno gallego aseguró que todo el mundo «ten as portas do Sergas abertas» y aseguró que su gabinete defiende los hospitales públicos y a los concertados como Povisa. Lo contrapuso a la actitud de «otros» que, dijo, están contra la privatización de la sanidad pero piden que el hospital de la calle Salamanca reciba más fondos de la Xunta.
Plataforma
Feijoo apenas admitió preguntas de periodistas en su acto en Beade. Pero sí fue cuestionado por el hecho de que el Concello de Vigo nombrara ayer Vigués Distinguido a la Plataforma por la Defensa de la Sanidad Pública, que ayer mismo criticó el hecho de que una empresa privada se vaya a hacer con la financiación, construcción y gestión de los servicios no sanitarios del hospital.
Alberto Núñez Feijoo replicó que entre los que critican la obra solo ve dos posibles causa: que no la conozcan -«a eses descúlpoos»- o que los que lo hacen «de mala fe» -«a historia non os vai desculpar», vaticinó-. El titular del Gobierno gallego aprovechó el discurso para hacer un llamamiento «ao sentido común».