Los tiburones toman el puerto

David Suárez Alonso
David Suárez VIGO / LA VOZ

VIGO

Un palangrero descarga a las 5.30 horas en O Berbés sus capturas: 20 toneladas

05 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Como ocurre con el cerdo, del tiburón también se aprovecha todo. La aleta es un preciado manjar en el mercado asiático y la carne está ganando aceptación en los mercados europeos y de Sudamérica. Su piel se utiliza en carteras e incluso calzado, el cartílago dicen que es bueno para el reuma y del ojo se extrae una sustancia muy cotizada en estética. Además, en Vigo ahora se está experimentando con el hígado de este animal para usarlo como combustible biodiésel. Como explica Claudio Ibáñez, de la Asociación Nacional de Armadores de Palangreros de Altura, las primeras conclusiones hablan de que su mezcla con combustible podría suponer un 5% de ahorro.

Las capturas de tiburón de la flota española suponen el 7% de las mundiales. El de Vigo es uno de los puertos a los que llegan más piezas cada día desde caladeros del Atlántico Norte. Ayer a las 5.30 horas amarraba en O Berbés el palangrero Ribel Tercero, de A Guarda. La tripulación llevaba desde principios de enero embarcada. «Normalmente pasamos 55 días en el mar, y en tierra 15 días de descanso», indica Antolín Verde, armador y patrón. El palangrero traía en bodega 20 toneladas de tiburón, pez espada y atún. En torno al 98%, congelado, pero aprovecharon el camino de vuelta para capturar especies que llegan a puerto frescas.

El tiburón se pesca con palangre americano. Utilizan caballa como cebo y las redes permanecen en el agua, a 160 millas, durante toda la noche y recogen las especies una a una por la mañana. «Es una pesca sostenible», aseguran desde Cepesca y los palangreros culpan de las malas prácticas a las flotas asiáticas. «Legalmente está establecido que el porcentaje de aletas no puede superar el 5% de la descarga y es fácil de comprobar: si tienes 40 toneladas en la bodega y diez son de aletas, es por algo», añade un representante de los palangreros de altura. La flota española captura dos variante: la quella, de menor tamaño y cuyos filetes se compran en muchos supermercados, y el marrajo, que alcanza mayor valor en las subastas y puede superar los 50 kilos.

Solo los ejemplares frescos llegan enteros a puerto. Se le quitan las vísceras y se subastan con las aletas aún pegadas al tronco. Los congelados, en cambio, se procesan a bordo. Las aletas llegan por separado. Pero la Unión Europea se está planteando obligar a la flota a traer enteros también los ejemplares congelados. Con esta medida pretenden evitar el finning, una práctica que consiste en capturar tiburones, cortarles las aletas y devolverlos al mar. El sector pesquero español no cree en su eficacia.

El tiburón alcanzó ayer en la subasta precios entre los 2,10 euros por kilo pagados por un lote de quenllas hasta los 6,60 que alacanzó un marrajo de 58 kilos. Uno de los clientes habituales, Juan Rojas, de la empresa Propegal, se lleva hoy 200 kilos cuya carne acabará principalmente en Andalucía, donde está más extendido su consumo. La Feria de Abril pondrá las ventas en Vigo por las nubes. Italia, Grecia y los países de Centro Europa son otros clientes habituales de la carne de tiburón.

El protagonista del día fue un pez espada de 245 kilos. Tenía muchos pretendientes y finalmente se ha vendido por 8,10 euros el kilo, o lo que es lo mismo. En total, más de 1.900 euros. Probablemente se consumirá en Italia.

En Vigo se experimenta con el hígado como combustible

biodiésel

«Pasamos 55 días en el mar, y luego 15 en tierra de descanso», dice el patrón y armador

Solo los ejemplares frescos llegan enteros a puerto; los congelados se procesan a bordo

La Feria de Abril andaluza pondrá las ventas de quenlla de Vigo por las nubes