El grupo de doce artistas, todos alumnos de Nelson Villalobos, debuta mañana con una muestra colectiva
09 feb 2011 . Actualizado a las 11:28 h.Grupo Sótano 5 es el nombre elegido por un grupo de artistas que se conocieron hace tres años, cuando comenzaron su formación en serigrafía en la Escola Municipal de Artes y Oficios de Vigo, EMAO. Sótano 5 eligió ese nombre porque el aula está en los bajos de la escuela, que a su vez se encuentra en el número 5 de la calle García Barbón.
Su primera acción como grupo artístico verá la luz mañana a las 17 horas, cuando emerjan de las catacumbas e inauguren una exposición colectiva en la sala del BBVA (G. Barbón, 2), bajo el título: 12 formas de conversar con la pintura, y esa docena de formas corresponden a los siguientes nombres: Roberto de Lorenzo, María del Río, Inmaculada Delgado, Fina Fernández, Alberto García, Juan José González, Mayoya, Alberto Granada, María Mariño, Katia Pereira, Aída Pérez y José Viñuela. El artista cubano Nelson Villalobos es su maestro, y a él le atribuyen no solo la parte técnica que le compete como profesor, sino la capacidad para sacar de cada uno su potencial y la facilidad para encaminarles hacia la línea más adecuada.
Profesor, y maestro
María del Río, una de las alumnas, no tiene más que palabras de agradecimiento para el artista: «Es un hombre con una cultura muy amplia y nos ha descubierto magníficos pintores, nos ha enseñado a mirar el arte de una manera distinta y nos ha metido el gusanillo en el cuerpo», asegura la debutante, que como el resto de sus compañeros, está en el último curso de serigrafía. «Empezamos más, pero los que estamos ahora somos los que seguimos desde el principio», aclara. El heterogéneo colectivo, en el que solo uno, Alberto Granada, había expuesto antes, está integrando por personas de edades diversas procedentes y sectores profesionales diferentes. Un estudiante, una realizadora de televisión, dos trabajadores de una entidad financiera, una profesora...
Por el momento, las doce personas que dan vida al grupo intentan recorrer el camino de pintor a artista, siguiendo la máxima de Picasso: «Un pintor es un hombre que pinta lo que vende. Un artista, en cambio, es un hombre que vende lo que pinta».
El proyecto pretende dinamizar la actividad cultural para creadores emergentes, con el objetivo de acceder a los circuitos de divulgación y exposición, así como, en la medida de lo posible, entablar relaciones con galerías y profesionales del sector. En definitiva, quiere convertirse en un modelo asociativo que sirva de motor dinamizador e impulse la profesionalización del amateur. Tras su debut seguirán, juntos, o por separado, pero será difícil que abandonen el sendero que Villalobos les ha hecho ver como una autopista que llega hasta donde uno quiere que llegue.