Pablo Carpintero, artesano e investigador del Proyecto Ronsel, acaba de ser escogido para ser uno de los doce miembros independientes que integrarán el órgano consultivo de la Unesco para evaluar nada menos que las «obras maestras de la humanidad». Las propuestas presentadas forman parte de una lista de salvaguarda urgente. Carpintero, ex profesor de Bioquímica, músico e investigador centrado en la recuperación de las tradiciones musicales de Galicia, tendrá en esta encomienda que tener en cuenta, además de su criterio personal, cuestiones técnicas marcadas desde la Unesco para «decidir que manifestación cultural ten prioridade, porque todas merecen a pena pero algunhas corren máis perigo ou son máis útiles», opina.
La primera toma de contacto será este mismo mes en París, en una reunión en la que los doce miembros de esta comisión recibirán el dossier con la documentación de las 56 candidatas a formar parte del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco el próximo año. Desde ese momento, empieza el trabajo para entregar en junio un informe en el que valorarán si se adecúan o no a lo que pide la Unesco. Sin embargo, habrá que esperar a noviembre para saber qué formará parte de la nueva lista en la que hace un mes entró, por parte española, el flamenco, la dieta mediterránea, los castells o el canto de la Sibila de Mallorca.
El nombramiento de Pablo Carpintero supone un reconocimiento a los cuatro años de trabajo con el Proxecto Ronsel, que surgió en colaboración entre la Xunta, la Universidad de Vigo y las de A Coruña y Santiago, con el objetivo principal de la realización del inventario, la salvaguarda y la puesta en valor del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de Galicia. El artesano es consciente de que su designación forma parte de un todo y que no estaría dentro de esa comisión si no fuera por el proyecto que, por otra parte, recibe de esta forma el beneplácito internacional. «Galicia ten un dos mellores especialistas en patrimonio inmaterial do que deberiamos sentirnos orgullosos», destaca Iván Area , coordinador del proyecto.
Con la colaboración de medio centenar de especialistas, Ronsel elaboró un plan basado en la necesidad de tender una puente entre las administraciones, las universidades, las asociaciones y las propias comunidades de portadores del «conocimiento tradicional».
El lucense Pablo Carpintero lleva 18 años indagando en muchos aspectos de un patrimonio vivo y frágil, motor de la diversidad cultural. Una de las habilidades por las que más se le conoce es por su especialización en la construcción de todo tipo de instrumentos musicales tradicionales gallegos. Sus saberes, además, se guardan en un libro que es un tesoro enciclopédico de referencia: Os instrumentos musicais na tradición galega , que se recogen en una publicación de 500 páginas ilustradas con mil imágenes, avalada por la Unesco y editada por Ronsel.
Castelao
tuvo una placa furtiva en el Ayuntamiento de Nigrán. La colocaron de manera clandestina los ediles nacionalistas no adscritos el pasado fin de semana. Pero contaron con todas las garantías legales para ello. El pleno de Nigrán aprobó en julio del año pasado retirar el nombre del franquista Bernardo Vázquez en favor del ilustre galleguista a la que calle que conecta la casa consistorial con Praia América. Pero los seguidores de David Giráldez , cansados de que nunca llegara a hacerse visible el cambio, organizaron un acto reivindicativo en el que colocaron por su cuenta los carteles con la nueva denominación. Los nacionalistas que abandonaron el BNG pensaron que había que tomar la iniciativa convencidos de que el PSOE no lo iba a hacer.
Consideraron que había que actuar después de que transcurrieran cinco meses sin que se cumpliera el acuerdo plenario, «o que significa que no seu día tomaron o acordo sen estar convendidos do que aprobaban e facendoo tan só para contentar a certos sectores nacionalistas e progresistas ou ben non o queren cumprir para non enfadar aos seus colaboradores do PP», manifestaba ayer David Giráldez. Pero poco duraron los carteles, puesto que por fin el Concello reaccionó y ordenó colocar los nuevos que ha mandado fabricar con los que honra la figura de Castelao en una de sus principales avenidas. Ahora ya sólo queda que el resto de las administraciones asuman el cambio para que no haya lugar a confusiones.