Aqualia ha remitido esta tarde un comunicado en el que explica que debido a las intensas precipitaciones de los últimos días se ha registrado un aumento del caudal en el río Oitavén, que abastece el embalse de Eiras, lo que provocó una «rápida subida de nivel de agua embalsada». Además, las lluvias generaron arrastres en el terreno que provocaron la turbidez aunque la concesionaria destaca que el agua suministrada está clorada y no supone «ningún riesgo para la salud».