El diseño elegido por el alcalde vigués para el mayor parque infantil de la ciudad se desarrolla en torno a un olivo con propiedades mágicas que pretende llevarse el pirata Rompebrechas. Con este guión se elabora un proyecto cuyo eje central será un barco pirata de 25 metros de largo situado junto al río Lagares en el interior del parque de Castrelos.
El Concello vigués estableció un tope de un millón de euros para este proyecto y la oferta ganadora rebajó la cifra hasta 950.000 euros y se comprometió a ejecutarla en cinco meses. Los plazos son muy ajustados para que pueda inaugurarse antes de las elecciones, por lo que las obras deberán comenzar de inmediato para cumplir este inexcusable requisito.
El buque será la zona de juegos para niños de 6 a 14 años, las edades consideradas principales para una instalación de este tipo. En su interior se habilitarán dos salas de unos 50 metros cuadrados, que servirán como refugio para los días de mal tiempo. También como lugar de exposiciones relacionadas con la historia de la ciudad.
Samyl estima que el recinto podrá acoger a 300 usuarios a la vez. Además del barco contará con otras dos zonas definidas: para niños de 3 a 8 años en el actual parque infantil (que se convertirá en el desfiladero del dragón), y los menores de cinco años en un área de construcciones para desarrollar personajes de cuento sobre piratas.