Los «espantagaviotas» de Marina Davila Sport

Xulio Vázquez xulio.vazquez@lavoz.es

VIGO

18 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Dice un viejo refrán que el miedo guarda la viña. Es tan cierto que hasta se puede comprobar con los pájaros. Bien puede dar fe de ello el vicepresidente y gerente de Marina Davila Sport, Joaquín Fernández-Davila Vega . Se hartó durante mucho tiempo de soportar no solo los graznidos de las gaviotas, sino sobre todo los excrementos. Un grave hándicap para esa empresa náutica de recreo y también para su restaurante. Llegó a probar con petardos y con distintos sonidos, incluidos los de algunas aves rapaces a las que temen extremadamente estos pájaros típicos de los puertos pesqueros. Pero no surtían efecto. Seguían haciéndose más pesadas que las golondrinas de Bécquer . Sin embargo, no hay mal que cien años dure. Se enteró de que en Estados Unidos venden unos artilugios que ahuyentan a las gaviotas como gato escaldado que huye del fuego. Compró tres de estos señuelos y está encantado con ellos. Tirano Banderas. Los espantapájaros de Joaquín Fernández Davila se están convirtiendo en el Tirano Banderas valleinclanesco para las gaviotas que acostumbraban a pulular por la zona de Bouzas, donde se asienta Marina Davila Sport. Están hechos de un material similar a las cometas de los niños y vuelan en un determinado perímetro, simulando a las aves de presa. Se trata de un halcón y dos águilas o, al menos, tienen tal similitud que las gaviotas prefieren no cruzar la línea roja por temor a ponerse a su alcance. Se asustarían hasta Los pájaros de Alfred Hitchcock . Hace poco le hizo una demostración a la presidenta de la Autoridad Portuaria, Corina Porro , quien quedó asombrada de la eficacia, tras comprobar como las gaviotas, que eran capaces de pasar a unos centímetros de los vehículos que operan en el puerto, al avistar a una de estas águilas, se cuidaban de no entrar en el campo de acción. Lo curioso es que estos señuelos van atados por el pico a un mástil, como si se tratase de una bandera. Vuelo horizontal. Hay un vídeo que Joaquín Fernández Davila ha expuesto en Youtube (Halcon D), donde se aprecia a uno de estos pajarracos en pleno vuelo. Lo hace de forma horizontal y su desplazamiento depende de la amplitud del cabo que le haya dado. En concreto, este halcón hace círculos sobre su eje en ocho, cubriendo unos pocos metros, porque está fijo sobre un mástil. En el pantalán lo tiene a una altura de 5 metros, que se como si se duplicará cuando baja la marea. La efectividad va en proporción a la altura. Cuanto más alto se coloque, mayor es el círculo de superficie que cubre, porque lo ven desde más lejos. Davila también tiene probado con un mástil en la terraza del restaurante y fue su mejor remedio para que no le faltasen los cruasanes, porque salían volando literalmente en el pico de las gaviotas. Aunque solo lleva unos meses con sus probaturas, estos artilugios ya los había adquirido con mucha anterioridad. Pero no había experimentado con su halcón y con las dos águilas, porque no había reparado mucho en su posible eficacia. Ahora ya no tiene la menor duda. Dice que las gaviotas incluso avisan unas a otras para advertir del potencial peligro.

Pero, como la famosa canción de Bob Dylan , ante la posibilidad de que estos artilugios se pueden utilizar en los aeropuertos, la respuesta está en el viento. Al igual que los molinos eólicos, sin viento, no se mueve el pájaro y se correría el riesgo de que otros pájaros de verdad se dieran cuenta del señuelo, con el riesgo de que se produjera una avería en un avión, como le sucedió en Peinador hace unos días a uno de Air France. Joaquín Fernández Davila tampoco quiere mojarse en este sentido, sin descartarlo del todo, pero con unos mástiles de gran altura. Por ahora, en el aeropuerto vigués siguen utilizando halcones de carne y hueso.

El El presentador del programa de TVG A cociña de Larpeiros , Benigno Campos , estuvo en la residencia de Geriatros en Cangas, donde participó en una tertulia.