El entrenador vasco prescinde de Antonio Tomás y Urreta tras un conato de pelea en el entrenamiento

La Voz A CORUÑA/LA VOZ.

VIGO

18 dic 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La paz de Abegondo saltó por los aires en un suspiro. Antonio Tomás y Urreta se enzarzaron en una pelea que no pasó a mayores gracias a la rápida intervención de sus compañeros. Bajo una intensa lluvia y en pleno partidillo de entrenamiento los dos centrocampistas disputaban con decisión cada pelota.

Pero en el último lance el uruguayo entró a ras de césped a Antonio Tomás, que cuando se incorporó agarró violentamente por detrás y por el cuello a Urreta para intentar tirarlo al suelo. Este trató de mantenerse en pie y hasta lanzó su puño derecho al aire. Juan Rodríguez, Morel y Riki terminaron por separarlos.

Al instante, el mediocentro se retiró muy serio a los vestuarios junto al médico Carlos Lariño. Urreta lo hizo poco después al lado del resto de la plantilla, ya que el entrenamiento terminó de inmediato. Ninguno de los dos quisieron explicar el incidente. «Lo siento, me tengo que ir al banco», se excusó el uruguayo antes de cerrar la puerta de su automóvil. «Ya visteis lo que pasó», afirmó con una media sonrisa Antonio Tomás, al que esperaba Pablo Álvarez.

«Un accidente»

Lotina calificó el conato de pelea de ayer como un roce normal, un accidente doméstico, «algo que ocurre en todos los equipos todos los años», repitió. Incluso insistió en quitarle trascendencia al compararlo con otro suceso ocurrido también en el Dépor: el puñetazo que Munúa le había propinado a Aouate en la primera temporada del técnico en A Coruña. «Aquello había sido en frío y en el vestuario», distinguió.

Sin embargo, el entrenador actuó con firmeza y no los incluyó en la lista de convocados para el trascendental choque contra el Sporting. Eso sí, evitó relacionar esta medida con lo sucedido y hasta llegó a asegurar que había tomado la decisión de no convocarlos con anterioridad, el viernes. Pese a sus intentos, no convencieron ninguna de sus explicaciones.