«En el futuro parte del camino tendrá que hacerse de la mano de la genetica»

S. Antón VIGO/LAVOZ.

VIGO

21 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Teniendo en cuenta que la primera niña concebida por fecundación in vitro en España nació en 1984, no es de extrañar que el doctor Vázquez Lodeiro, jefe de la unidad de reproducción asistida del Chuvi, haga hincapié en que Galicia en general, y Vigo en particular, «ha llegado tarde». Como en tantas otras cosas. En lo que parece que no hubo retrasos en cuanto por fin llegó fue en la respuesta de la potencial población a la que presta servicio. De hecho, señala que el departamento se encuentra al límite de su capacidad.

-Tanta demanda ¿obedece a que nos hemos desinhibido o a que las mujeres retrasan la edad de la maternidad?

-De todo un poco. En países desarrollados se estima que entre un cinco y un diez por ciento de mujeres de entre 15 y 44 años son infértiles y que unas 5.000 personas por millón de habitantes recurren a la reproducción asistida. El impacto dentro de la medicina es muy grande.

-¿Cómo lidia con la parte emocional de sus pacientes cuando tiene que dar malas noticias?

-Mal, muy mal. La aparición de la regla en estos casos suele ser una pequeña tragedia, y más sabiendo que con cada nuevo ciclo de fecundación al que se someten, hasta un máximo de tres, se va reduciendo el porcentaje de éxito.

-En todos los campos médicos los avances se suceden ¿Por dónde irán las cosas en este?

-No sé lo que llegaremos a ver, pero desde luego parte del camino tendrá que hacerse de la mano de la genética.

-¿Y eso no garantizará el conflicto?

-Ya hay conflictos desde el punto de vista ético. De hecho, con el diagnóstico preimplantacional no hay unanimidad. En la mayoría de Europa no se permite, en Francia se limita extraordinariamente... Tendremos que cuestionar las cosas. Desde luego, es un terreno interesante pero no exento de peligro. Habrá que ir con mucho cuidado. En la discusión tendrán que intervenir médicos, juristas, filósofos... Entre todos tendremos que preguntarnos qué se puede hacer porque, jurídicamente, estamos en tierra de nadie.