El Barça B de la era de Guardiola cayó en su visita a Balaídos

M. V. VIGO/LA VOZ.

VIGO

27 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El estadio de Balaídos supone para el Barcelona B una auténtica pesadilla. En sus cinco visitas anteriores solamente consiguió un empate a dos goles en la temporada 83-84, ya que en las cuatro ocasiones restantes mordió el polvo ante el Celta.

El último duelo en Segunda División entre ambos equipos se produjo en la temporada 91-92, en la que el Celta logró el ascenso. El partido se disputó el 9 de febrero de 1992 y el equipo vigués lograba la victoria por 2-0 con goles de Salillas y Fabiano de penalti. Esta victoria supuso una inyección moral importante para el Celta, ya que llevaba cinco empates consecutivos en casa y no vencía en Balaídos desde el 10 de noviembre de 1991 contra el Rayo Vallecano.

El Barcelona B que visitó Vigo hace dieciocho años es muy diferente al actual en la calidad de la plantilla, aunque si coincide en la filosofía de juego. El técnico de aquel filial era el vigués Quique Costas, que aplicaba a su equipo el 3-4-3 que utilizaba Johan Cruyff en el primer equipo. El once titular del Barcelona B que saltó al césped de Balaídos contaba con bajas importantes especialmente la de Pep Guardiola, que ese fin de semana había sido llamado por el entrenador holandés. Otra ausencia fue la de Pinilla, que pocos días antes cerró su cesión al Mallorca.

Con todo esto, el once que presentó Quique Costas en Vigo tenía pocos nombres conocidos. Los más llamativos eran el guardameta Angoy, que acabó su carrera en el fútbol americano, el central Roteta, el interior izquierdo Sánchez Jara, que luego militó siete temporadas en Primera División, y un nombre por encima de todos: Óscar García Junyent. El atacante fue el único que gozó de oportunidades en el primer equipo logrando cuatro ligas, dos copas del rey o una Recopa, entre otros trofeos.

La penúltima visita del Barcelona B a Balaídos se produjo en la temporada 86-87, campaña en la que el Celta también logró el ascenso. En esa ocasión, los celestes le endosaron un contundente 5-0 a los blaugranas. Los goleadores en ese encuentro fueron Baltazar, en tres ocasiones, Alvelo y Camilo. En aquel filial del Barcelona militaban dos jugadores que formaron parte años después del conjunto vigués: Covelo y Alejo, quien falló el penalti decisivo en la final de Copa de 1994.