El artista con un hijo en cada puerto

David Suárez Alonso
David Suárez VIGO / LAVOZ

VIGO

Este vigués lleva años pintando sus criaturillas ochenteras allí por donde va

03 sep 2010 . Actualizado a las 12:33 h.

Encontrar en Vigo a Pelucas es casi una misión imposible. Estos días está por aquí pero duda que aguante mucho tiempo. Tiene muchos proyectos en mente y sabe que aquí las cosas están complicadas. «Estos últimos meses he estado en Hamburgo y Japón donde han valorado mi arte y he realizado alguna exhibición. Es otro trato, como en Portugal que también se respeta más la cultura», explica este vigués de 29 años.

Animado por Mortadelo y Filemón, desde muy pequeño empezó a dibujar junto a su hermano. Casi sin darse cuenta saltó de la ilustración al grafiti. «Pasábamos tiempo en la calle y nos gustaba pintar, así que se mezcló todo un poco», recuerda. Aunque sigue usando aerosoles, ahora es en un artista polifacético que pinta murales, le da a la escultura, al diseño y a la ilustración. No se considera grafitero ya que, para él, es una técnica más «para llegar a la gente de a pie y evitar un poco el mal ambiente de las galerías de Galicia».

De hecho, entre los proyectos que tiene en mente hay de todo: una película parecida a Roger Rabbit pero un poco más picante, una serie de cuadros con el ilustrador Raygal o un reality show artístico similar a Gran Hermano pero que le siga a él y a su hermano Liken pintando de pueblo en pueblo. Quizás por eso del Xacobeo, a Pelucas también se está planteando recorrer el Camino de Santiago disfrazado de Michael Jackson y haciendo su famoso paso de baile moonwalker. «Por supuesto, tendré la colaboración de algunas cadenas de televisión», bromea.

Por todo el mundo

Pelucas no ha parado de viajar en los últimos años y por donde va deja su huella. Hay obra suya en Londres, Berlín, Bruselas, Oporto, Tánger y en las principales ciudades de España. «Allí donde voy por defecto o afecto intento dejar alguna criaturilla», apunta el artista. Intenta «desnudar» sus personajes de «conceptos raros» para que el espectador lo vea todo claro y se identifique con ellos . Usa colores normalmente llamativos, «para captar vilmente el buen ojo», lo que hace que sus dibujos transporten a la década de los 80. «Me la tragué de pequeño y ahora la expulso pero usando materiales del futuro, como fluzo», añade el artista vigués.