El celeste vivió cinco años en La Masía blaugrana y el sábado se reencontrará en el terreno de juego con muchos de los que fueron sus compañeros de adolescencia
26 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Antonio Rodríguez Dovale (A Coruña, 1990) puede vivir este sábado un reencuentro que se aproxime al soñado. Su generación, la nueva hornada de talentos culés, visita Balaídos en el primer partido de Liga. Los chicos con los que compartió su vida durante cinco años serán ahora sus rivales en un mundo ya profesional. Cuando con 12 años dejó su ciudad natal para irse a vivir a La Masía, residencia de los canteranos del Barcelona, esperaba que algún día el fútbol le recompensase por sus sacrificios. El Celta lo contrató siendo aún juvenil. Fue entonces cuando dejó a sus amigos en busca del sueño que todos compartían.
Andreu Fontás, Oriol Romeu, Marc Bartra, Carles Planas, Martín Montoya, Thiago Alcántara, Jonathan dos Santos. Los porteros Rubén Miño, y Jordi Masip, o el punta Rubén Rochina forman parte de su pasado. «Coincidí con un setenta por ciento de la plantilla del actual filial del Barcelona». Siente simpatía y cariño hacia todo el grupo pero admite que su amistad con el mexicano Jonathan dos Santos está un punto por encima. «Tenía buena relación con todos pero con los de mi edad mantuve una relación más estrecha. Al que más unido estaba era a Jonathan dos Santos. Seguimos manteniendo mucho trato y tengo ganas de volver a verlos a todos. Son gente joven como yo de la que tengo un muy buen recuerdo».
A pesar de salir de su casa muy joven, esta etapa de su vida le resulta inolvidable y la enfoca de una forma muy positiva. «Recuerdo todo como una etapa muy bonita. No entendías el fútbol como ahora que soy profesional. Pasé allí toda mi adolescencia, de los doce a los dieciséis años, y lo vives todo de una forma muy intensa. Eres un chaval diferente a los demás porque faltas mucho al colegio, tienes muchos viajes con torneos, y en esa edad no es lo habitual. Juegas contra los mejores equipos de Europa y eso te enriquece mucho». Además incide en el hecho de que con muchos compartía a diario mesa y mantel, además de todo el tiempo de sus días. «Vives solo y te tienes que apoyar en tus compañeros porque están en tu misma situación. Eso une mucho». No es la primera vez que se enfrenta a sus ex compañeros ya que en su primer año en el Celta jugó la semifinal de la Copa del Rey contra los juveniles del Barcelona. En la ida un gol suyo les dio ventaja, pero en la vuelta un espectacular Iago Falque remontó la eliminatoria y dejó a los celestes apeados de la final. De entonces, solo el vigués Falque, Gay Assulin y David González, que ahora está en el Málaga B, ya no están en la plantilla blaugrana. «El equipo es bastante parecido al que vencimos en A Madroa hace dos años. La lástima fue que en la vuelta nos remontasen. Ojalá que este sábado volvamos a ganarles y encaremos bien el inicio de temporada, ilusionando a la afición».
Avisa de Jonathan y Thiago
A la hora de valorar a su rival de esta jornada, Toni apunta directamente a un par de futbolistas como los desequilibrantes. «Hay cuatro o cinco jugadores que cualquiera de ellos puede tirar del carro. Jonathan dos Santos y Thiago son sus puntales porque llevan todo el juego ofensivo del equipo. Tienen mucha calidad. Jonathan Soriano también cuenta con experiencia y es muy peligroso, sobre todo fuera de casa». Uno de los avales que encuentra en el filial del Barcelona es que «la mayoría de ellos llevan muchos años en el club. Tienen una forma de jugar muy definida. Es muy difícil que cambien su forma de actuar, o su planteamiento en función del rival. Para mí esa es su fuerza. Todos los jugadores saben como tienen que jugar dentro de ese sistema porque es algo que llevan haciendo toda la vida».
La clave para Toni en este encuentro será hacerse con el balón ya que «ellos se sienten muy cómodos cuando tienen el balón, y nosotros también. En esa pugna se va a decidir el partido. El que imponga sus bazas mejor será el ganador. Estoy convencido de que se va a ver un gran encuentro por la forma de ver el fútbol de ambos equipos».