Grecia seduce al mago del hockey vigués

Marcial Varela VIGO/LA VOZ.

VIGO

30 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Los deportistas gallegos siguen abriéndose camino fuera de nuestras fronteras . Este es el caso de Santiago Bacariza, un vigués de 24 años que se quedó sin equipo hace un año tras la desaparición del Vigo Viajes Eroski de hockey hierba. Viendo que su futuro profesional pendía de un hilo, decidió aceptar una beca Erasmus para estudiar un año de Física en Rumanía. Un viaje que cambió su vida en todos los sentidos.

Al poco tiempo de estar allí recibió un mensaje inesperado. «Hace 2 años conocí a un chico griego que jugó aquí, y no tuve noticias de él hasta este año en Rumania. Hablé con él por Facebook y me ofreció ir a Atenas ahora que estaba sin equipo. Acepté encantado», relata Bacariza. El club en cuestión era el Hockey Club Imittos, vigente campeón de Liga, un equipo que le facilitó su incorporación en todo momento. «Ellos me pagaban los vuelos, salía el viernes de Bucarest y volvía el lunes. Así estuve 2 meses para jugar los partidos más importantes y el playoff por el título», explica el jugador vigués.

Su llegada causó gran expectación entre los aficionados del Imittos, que no dudaron en apodar a su nuevo ídolo como «El mago». Su juego y goles captaron la atención de la Federación griega, que lo llamaron para unos entrenamientos con la selección nacional. Durante esa estancia, jugaron un amistoso contra la sub-21 y después del partido tuvo una reunión con los responsables de la federación helena. «Me comentaron la posibilidad de obtener un permiso o la nacionalización para poder jugar el verano que viene el preolímpico con ellos», señala Santiago Bacariza. Todo quedó en un acercamiento, pero si recibe una propuesta en firme tiene clara la respuesta. «Diría que sí porque jugar con España es casi imposible y sería la única manera de cumplir el sueño de disputar un Mundial o unos Juegos Olímpicos», afirma.

Respecto a como se vive el hockey hierba en Grecia, Santi Bacariza se mostró muy soprendido: «En la fase final los estadios estaban llenos con cerca de 3.000 personas en la grada, lo que es una barbaridad para lo que es el hockey». Su etapa en el Imittos fue sensacional en todos los ámbitos, pero hubo un aspecto al que no se adaptó del todo. «Lo más difícil fue el idioma. Allí dominan el inglés. pero en los momentos de tensión todo el mundo hablaba en griego, por lo que aprendí las palabras clave», confiesa.

Será cuestión de tiempo saber si un gallego formará parte del olimpo del hockey griego.