Marsupiales de las antípodas recorren Vigo para dar caña

David Suárez Alonso
David Suárez VIGO/LA VOZ.

VIGO

Este trío vigués ha tocado en un año en los principales escenarios de la ciudad

09 jul 2010 . Actualizado a las 14:56 h.

Adrián Pérez, Santi Zubizarreta y Saúl Núñez no tienen muchas influencias musicales en común pero eso no impide que desde hace un año recorran los escenarios de Vigo como Thee Possums. «Santi es más punk, a Saúl le gusta el pop y yo soy más metalero», explica Adrián. Con la combinación de estos estilos han logrado un sonido propio en el que lo que está siempre garantizado es que habrá «mucha caña», sobre todo, en sus directos.

Curiosamente Thee Possums debutaron con una actuación en acústico. «Fue un experimento», reconoce Santi, «teníamos ganas de subirnos al escenario y surgió de esta manera». No salió mal y les permitió hacerse un hueco en el panorama local e ir encadenando actuaciones. Un año después ya han tocado en las principales salas de la ciudad y han compartido escenario con grupos como Indómitos, con los que tienen otra actuación pendiente, Anenome, Telephone Rouges o Múnich.

El trío ha grabado hace unos meses su primera maqueta y aprovechará este verano para mostrar los seis temas que la componen y algunos más de los tantos que tienen. «Por temas que no sea, tenemos canciones a saco», dice Santi, que ha compuesto la mayoría. «Últimamente muchos salen improvisando durante los ensayos». Ensayos que traen locos a los vecinos de Adrián. «El sitio retumba mucho y tenemos que tocar muy alto porque le pega muy fuerte a la batería», se justifican.

Dos generaciones

Para Saúl y Santi se podría decir que es su primera experiencia seria en un grupo, mientras que Adrián ya había tocado con Korean Dogfood. «Lo vi un día en un concierto y dije que quería que tocase en mi grupo», reconoce Santi, que hace cinco año se «obsesionó» con montar una banda. «Dejé Bellas Artes y aunque me anoté a un curso de ilustración, me dedicaba todo el día tocar la guitarra». Consiguió montar el grupo con un amigo que cuando vio que la cosa en serio y que la batería no era los suyo decidió abandonar. Fue entonces cuando encontró a Saúl y Adrián, a los que lleva casi siete años., una cuestión que tampoco impide que se entiendan sobre los escenarios.