Cuatro alumnas viguesas estrenan en Galicia el «Erasmus» de bachillerato

Míriam Vázquez Fraga VIGO/LA VOZ.

VIGO

22 jun 2010 . Actualizado a las 11:46 h.

Stephanie Carrasco, África Guardia, Alba Fernández y Paula García, estudiantes del IES de Chapela, tienen solo entre 15 y 16 años y están a punto de terminar 4º de ESO. Pero los años que las separan de la universidad no son obstáculo para que el próximo curso, 1º de bachillerato, vayan a vivir su particular «Erasmus».

No se llama como la beca universitaria, pero la idea sí es parecida: «un período fuera -en su caso un trimestre en el Lycée Jeanne D'Arc de Montaigude, cerca de Nantes (Francia)- para aprender un idioma, conocer otro país y otra cultura y vivir una nueva experiencia que será muy beneficiosa para su futuro», según las coordinadoras María José Fraga y Ángeles Alemparte, profesoras de francés. Este programa de movilidad se pone en marcha por primera vez en el curso 2010-2011 y solo otros cuatro centros gallegos se beneficiarán de él. El requisito indispensable era haber participado en el programa Comenius de la Unión Europea.

Las cuatro jóvenes supieron hace meses que existía esta posibilidad. «Yo lo tuve claro desde el principio, aunque el que vaya o no sigue en el aire, porque mis padres dicen que dependerá de cómo me porte», bromea Stephanie. Para África, sin embargo, fue más complicado: «Al principio dijeron que no. Me dieron la sorpresa en Navidades, como regalo por aprobar todo». Y es que las chicas consideran su próxima estancia en Francia como eso, un regalo.

«Es una oportunidad para mejorar el idioma, desenvolvernos por nosotras mismas, conocer gente y viajar», coinciden todas. Por lo de pronto, la visita a París ya es una cita «ineludible». ?Recibirán 120 euros mensuales para sus gastos y se alojarán en viviendas de familias del lugar de destino. «Ya estamos en contacto con ellos por correo electrónico y Messenger y nos han enviado fotos», dice Alba. Su hermana melliza, Elia, que no participa, la cambiará durante tres meses por una estudiante francesa que se instalará en su casa. «Será la primera vez que nos separamos tanto tiempo», cuentan.

El hecho de ir las cuatro juntas fue fundamental para decidirse. «Si tengo que ir sola me da un infarto», reconoce Paula. Por el contrario, Stephanie, la más lanzada, asegura que tampoco así le habría importado.

Dicen que a sus familias, que las animaron en todo momento, les resultó extraña la idea de acoger a alguien en casa. «Pero enseguida lo entendieron como algo normal teniendo en cuenta que allí van a hacer lo mismo con sus hijas», dicen las profesoras.

En su lugar, cinco estudiantes franceses harán el próximo curso en el IES de Chapela. Por ahora solo se saben sus nombres -Antoine, Flavie, Laura, Louise y Manon-, pero la comunidad educativa del instituto tendrá la oportunidad de conocerlos a partir de septiembre mientras espera la vuelta de sus pupilas.