Cena literaria en casa de Sherlock Holmes sin salir del Marco

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

18 jun 2010 . Actualizado a las 13:01 h.

Bofetadas (en sentido figurado, claro) hay para garantizarse una plaza en las veladas literario-culinarias que organizan al alimón la Fundación Casares y los Amigos del Marco. En la que ayer dirigió el compañero periodista Xesús Fraga con Sherlock Holmes como hilo conductor no cabía un alfiler. Había lista de espera por si acaso algún privilegiado con silla fija se arrepentía a última hora. No hubo arrepentimientos, así es que no quiero imaginarme el humo que habrán echado los teléfonos de Cristina Berg y Daniela Serraíno, las respectivas comandantas en jefas de las entidades organizadoras. Por no hablar del del chef, Alfonso Botas.

Xesús eligió para este nuevo Sabor das letras un personaje que conoce bien. Seguro que el hecho de haber nacido en Inglaterra no es ajeno a su pasión por la literatura de Sir Arthur. Se sabe casi de memoria las cuatro novelas y los 56 relatos que escribió sobre las peripecias del famoso detective y su eficiente ayudante Watson. Aunque confiesa que no las ha contado él, sabe que hay 198 referencias a comidas, entre las que menudean platos a base de faisán, perdices, ostras, arroz... Y, por supuesto, té. Aunque lo que no perdonaba Holmes era el café del desayuno.

Además de explicar los vericuetos deductivos por los que el investigador gusta transitar para resolver sus casos, Xesús Fraga aprovechó la cita para desmontar la idea de que la comida inglesa es mala de solemnidad. «No ha sido siempre así», afirmó. Recordó que antes de que el fish and chips terminara convertido en plato estrella, disfrutaron de una gran gastronomía.

Los ejemplos que eligió y que, entre otros, degustaron José Domingo Pérez, César Cunqueiro, Mercedes Méndez, Nemesio Barxa, Maribel Collazo, Asunción Romaní, Marisol Vázquez de la Cruz, María Jesús Villafáfila, Antonio Maure, Marta Viana... incluyeron ensalada de arenque y remolacha sobre galleta marinera para abrir boca, kedgeree (salmón con arroz al curry), empanada de conejo con manzana y sándwich de roast beef.

A la hora de los postres se decantó por un Eton mess, que rebautizó como «la versión pija de las fresas con nata», y unos eccles cakes con gelatina de tónica y granizado de limón. La elección de cada plato se basó en una cita holmesiana, que el conductor de la velada procuró que reflejara la sociedad en la que vivió el detective.

Los problemas para encontrar los vinos que bebía Holmes se solventaron echando mano de sus referencias a caldos franceses. Así, las carnes se maridaron con un Borgoña de Aubert de Villaine, y los entrantes con un montsant blanco. No es raro que nadie tuviera prisa.

El gurú de este campo y profesor del Instituto Empresa Enrique Dans explicó a un nutrido grupo de miembros de firmas tan conocidas como Pérez Rumbao, Ceferino Nogueira o Gómez Franqueira algunos entresijos de los retos que ofrecen campos como la comercialización basada en las redes sociales o la importancia de la información corporativa. La cita fue en el Balneario de Mondariz, así es que la puesta al día incluyó no solo la parte empresarial del cuerpo, sino también a la física. De ahí la sonrisa que lucen.