Caballero rechaza negociar con la comunidad de montes de Teis la propiedad de Vigozoo

Juan Manuel Fuentes Galán
Juanma Fuentes VIGO/LA VOZ.

VIGO

28 may 2010 . Actualizado a las 11:48 h.

Todo parece seguir en el mismo sitio pese a la reciente reunión del alcalde vigués con la directiva del club de fútbol de Sampaio, cuyo campo es una de las instalaciones municipales cuya propiedad han otorgado los jueces a los comuneros, y la charla que mantuvo no hace muchos días con miembros de la comunidad de montes de Teis. Abel Caballero quiere resolver el problema de la entidad deportiva pero ni mucho menos abordar una solución al conflicto por los terrenos del zoo.

Con esta postura se estanca el conflicto entre ambas partes en el que el club de Sampaio es ahora el que paga los platos rotos. Los años de litigio entre Concello y comunidad de montes concluyeron en mayo de 2009. Una sentencia firme del Tribunal Superior otorgó la titularidad de la parcela del zoo y también la de los campos de fútbol de Sampaio y Candeán a los comuneros, pero las construcciones allí existentes pertenecen al Concello. La solución a este embrollo es sencilla: si el Concello quiere hacerse con las instalaciones debe pagar los terrenos a la comunidad de montes. Viceversa, esta entidad debe abonar las construcciones si pretende ser dueño único.

Con esta medida todo sigue igual ya que la comunidad no consigue negociar con el gobierno local. Caballero evita hablar con ellos para obstaculizar un desembolso en la seguridad de que la comunidad no podrá dar pasos efectivos para modificar el actual statu quo .

Tercero en discordia

Con lo que no contaba el alcalde es con la intervención en este pulso del club de fútbol de Sampaio, cuya directiva recibió meses atrás con alborozo la concesión de una licencia de 600.000 euros de la Diputación para instalar césped artificial y mejorar las instalaciones. Sin embargo, desde la sentencia del año pasado cualquier obra que se ejecuta precisa el permiso de la comunidad de montes, que se ha negado en rotundo.

Esta circunstancia pilló por sorpresa a los responsables del club. Tras varias reuniones con los comuneros no lograron modificar su postura, ni siquiera con una campaña de protesta con carteles colocados en la parroquia criticándolos al igual que al Concello.

Los dirigentes deportivos tuvieron problemas para hablar con el alcalde, que no los recibió hasta la pasada semana, dos meses después de solicitarlo. En el encuentro Caballero se comprometió a buscar una solución para las obras de mejora del club, pero dejó claro que no iba a negociar con la comunidad de montes.

En estas condiciones todo hace indicar que el enfrentamiento seguirá hasta que los comuneros logren sentar al Concello a la mesa de negociación. Sus responsables han dejado claro que no habrá obras en ninguna de las instalaciones hasta que logre un acuerdo global.