El festival de cortos estrenó ayer el documental del simio más popular de Redondela «O mono Paco», de Piño Prego, al que asistieron más de 200 personas
21 may 2010 . Actualizado a las 11:45 h.Ya no solo de canes vive Cans. Ahora también hay monos. Como no podía ser de otro modo, si el perro palleiro es amarillo y plano, el simio tenía que ser igual de especialito. Y puestos a buscar, ninguno tan raro como Paco, el animal cuyo furor sexual generó polémica más allá de las fronteras de Redondela, donde residía. Esta historia y las intervenciones políticas posteriores, en las que desde el Concello de Vigo se le buscó una novia y se trasladó a la pareja al zoo de Vigo, es el hilo argumental del trabajo O mono Paco , de Piño Prego. «En realidad es una excusa para retratar la sociedad de los 80», recordó el director en la presentación, en la que estuvo arropado por algunos de los personajes famosos de los que echó mano para su trabajo.
Muchos de ellos estuvieron ayer presentes en la puesta de largo del trabajo, que fue celebrada por todo lo alto al estilo Cans. Es decir: procesión de chimpines, mucha diversión y grandes dosis de humor. La cita tuvo lugar en el Círculo Recreativo Cultural, hasta donde se acercaron más de 200 personas para ver la proyección. De hecho, Alfonso Pato comentó durante la presentación del festival que la expectación que había generado el documental había sido tanta, que estaban estudiando volver a proyectarlo en los próximos días de fiesta.
El estreno de un largometraje es ya una parada habitual del festival, que en esta ocasión apuesta por el género documental, aunque con grandes dosis de ficción. El propio mono, en la voz de Iván del Río, narra su historia de escándalos sexuales y parte de los más de 35 personajes famosos entrevistados recuerdan cómo vivió la población esa época.
La cita no fue la única de la segunda jornada de Cans. La tarde se abrió con el reestreno de Last Patrol , de Coral Peña. Una vez que la historia del simio había causado sensación, todos los incondicionales se acercaron al bar Tubulart, epicentro de la noche con el concurso de videoclips. A los que se presentaban en concurso se unieron los del otro lado de la frontera, dentro de la iniciativa de este año de intensificar la relación con Portugal. Disfrutar de las obras de la Can Parade y de la sesión con Florent y yo fueron también las otras alternativas.