El filólogo Rodrigues Lapa inaugura la biblioteca de la Fundación Penzol

La Voz

VIGO

05 may 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En la mañana del domingo 5 de mayo de 1963, se inauguraba la biblioteca de la Fundación Penzol, en el primer piso del edificio que en la actualidad acoge el Centro Social Caixanova. «Se trata de la biblioteca privada más completa que nunca haya existido sobre temas gallegos», se decía en la prensa local.

El fondo inicial, donado por Fermín Penzol, estaba dotado por unos seis mil volúmenes. Se incorporaban otras bibliotecas donadas por particulares y organismos, y enriquecida con una completa colección de microfilmes sobre lírica medieval galaico-portuguesa. El profesor Martínez López, catedrático de Lengua y Literatura Hispano-Portuguesa en la Universidad de Austin, donó una colección de filología románica. La Fundación nacía regida por un patronato y su finalidad abarcaba seminarios de Ciencias históricas, Filología y Estudios Socio-económicos.

El acto inaugural fue presidido por Sebastián Martínez Riego, presidente de la Real Academia Galega, y Ramón Otero Pedrayo, presidente de la Fundación Penzol. Aquella mañana acudieron al evento numerosos catedráticos de toda Galicia, así como un nutrido grupo de estudiantes de la recientemente estrenada Facultad de Filosofía y Letras de Santiago de Compostela.

Del Riego

Francisco Fernández del Riego, secretario del patronato, fue el encargado de dar cuenta del inicio de las sesiones de trabajo, dando paso a una conferencia pronunciada por Manuel Rodrigues Lapa, medievalista portugués y catedrático de Lengua y Literatura Portuguesa de la Universidad de Belo Horizonte. En su conferencia, el insigne medievalista trazó un panorama de los estudios de la lírica medieval galaico-portuguesa en las universidades italianas.

Durante 36 años, la Fundación Penzol mantuvo su sede de Policarpo Sanz. El 16 de junio de 1995, Carlos González Príncipe inauguraba la Casa Galega da Cultura. A este edificio, que hasta 1974 acogió la casa consistorial, se trasladó entonces la Fundación Penzol, a cuyos fondos se le unieron la biblioteca de Francisco Fernández del Riego, quien unos días antes había donado sus fondos a la ciudad de Vigo.