Muy pocos de los más de 100.000 visitantes anuales que recibe Vigozoo saben que dicha instalación se asienta sobre terrenos particulares. Los 40.000 metros cuadrados que ocupa eran en origen monte comunal y así lo reconoció hace un año el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, que incluyó en el lote los 9.500 metros cuadrados del vecino campo de Sampaio, otros 19.000 del de Candeán y 4.000 más que se encuentran en el interior de las instalaciones deportivas que utiliza el Celta en A Madroa.
La sentencia final pilló a contrapelo al gobierno municipal. Este fallo anuló uno anterior de la Audiencia provincial que le daba la razón, por lo que cabe imaginar que no se lo esperaban. Desde entonces el mutismo del alcalde sobre este asunto es absoluto, y ni siquiera se ha avenido a reunirse con la directiva de la comunidad de montes.
En estas condiciones el enfado de los comuneros es imaginable y de alguna manera puede pagarlo el club de Sampaio. La comunidad cree tener derecho a ser escuchada por el Concello y a buscar conjuntamente una solución. Desde el lado municipal se sigue la táctica de siempre: dilatar una solución que siempre implica pagar. Ha ocurrido, por ejemplo, con el caso Miraflores, aunque finalmente este año tendrá que abonarle a dicha empresa 12 millones de euros. Por ello los comuneros saben que su única salida es presionar.