El director del centro del Instituto Valenciano de Infertilidad en Vigo, Elkin Muñoz, ha hecho balance de los cinco años que lleva la clínica en funcionamiento y «desde 2005, más 800 bebés han nacido gracias las técnicas de reproducción asistida». «Además este año hemos puesto en marcha un nuevo planteamiento de la medicina reproductiva como medicina preventiva a través de un programa dirigido a mujeres con una masa corporal superior a 30, y cuyo objetivo fundamental es ofrecer apoyo psicológico, endocrinológico y acondicionamiento físico, a fin de facilitar, después de un período de dos meses de entrenamiento, las posibilidades de embarazo en pacientes con obesidad», señaló. El centro está perfeccionando sus técnicas escoger el mejor embrión. El método de evaluación tradicional tiene una capacidad limitada para seleccionar embriones con desarrollo potencial, «por lo que hay una clara necesidad de mejora», señala el doctor Muñoz.
Extracción de células
Actualmente, para llevar a cabo la selección del mejor embrión a transferir, es decir, aquel que no sólo dé más posibilidades de embarazo, sino que aumente la tasa de recién nacido vivo, se realiza un análisis cromosómico de los embriones, que a su vez permita el diagnóstico preimplantacional (DPI). Se trata de un método invasivo que consiste en la extracción de una o dos células del embrión a fin de mejorar los resultados en parejas con mal pronóstico reproductivo.