La Voz lanza la primera entrega del ajedrez histórico de Sargadelos

La Voz

VIGO

07 abr 2010 . Actualizado a las 14:03 h.

Con la reina blanca, figura que corresponde a Doña Urraca de Castilla, se iniciará el próximo domingo 11 de abril la colección de un novedoso ajedrez, integrado por piezas de Sargadelos, para los lectores de la edición de Vigo de La Voz de Galicia. A partir de esta primera entrega, se podrá obtener cada pieza por 3,95 euros cada martes y jueves, hasta el 27 de julio, junto con el cupón que figura en la última página del periódico.

La Voz de Galicia ofrece a sus lectores la posibilidad de reunir en una auténtica obra de arte a los personajes claves de la historia medieval de nuestra tierra en 32 piezas de cerámica de Sargadelos con un diseño exclusivo. Tras esta primera entrega del próximo domingo, seguirán las 31 fichas restantes. Los coleccionistas tendrán que aguardar hasta el 27 de mayo para tener entre sus manos a la reina negra (Teresa de Portugal), mientras que los reyes Alfonso VI (piezas blancas) y Alfonso I de Aragón (negras) llegarán en entregas consecutivas a finales de junio.

Otros personajes de este ajedrez histórico de cerámica serán Pedro Froilaz, Diego Gelmírez, Enrique de Borgoña y San Geraldo de Braga. Para las torres se han elegido igualmente recintos históricos de Galicia, como los de Miño, A Lanzada o el Castillo de Pena Corneira.

Una de las figuras del caballo está representada por Enrique de Borgoña, un miembro de la familia ducal borgoñona. Llegó a tierras hispanas en el año 1087, formando parte de un contingente de caballeros franceses atraídos por la lucha cruzada contra el infiel musulmán. Tras su matrimonio con la infanta Teresa de Portugal y después de la derrota de Lisboa, fue sitiado por Alfonso VI al frente del condado portugués, sustituyendo así (en ese territorio) al conde Raimundo de Borgoña, poco experimentado en las artes militares.

Enrique de Borgoña incentivó la autonomía política de su condado frente al imperio castellano y frente a un poder representado por el matrimonio formado por Urraca de Castilla y Raimundo de Borgoña. Creó su propia corte y su propio aparato administrativo en las cercanías de Braga, sede que potenció hasta que alcanzó su restauración, su elevación a condición arzobispal y metropolitana del conjunto de diócesis gallegas, excepto Santiago.