Más de 15.400 gallegos perciben ya la renta básica de emancipación (RBE), los 210 euros mensuales aprobados por el Gobierno a finales del 2007 para fomentar el alquiler entre los jóvenes de menos de 35 años, mientras otros 200 cuentan ya con la resolución positiva del Instituto Galego de Vivenda e Solo, que tramita las ayudas en Galicia, y solo está a la espera de que el Ministerio de Vivienda autorice los pagos, según el balance de la ayuda publicado ayer por el departamento que dirige Beatriz Corredor. El resto de expedientes, hasta los cerca de 18.000 que cuentan con el visto bueno de la Xunta, están por el momento paralizados por los incumplimientos del solicitante con Hacienda o la Seguridad Social o porque no se acredita el pago del alquiler.
En el conjunto de España, son ya 196.900 los jóvenes que perciben la ayuda, un 17,5% más que en el último trimestre del 2009 y el doble que un año antes. Solo durante el primer trimestre del año se incorporaron al sistema 29.426 jóvenes.
Desde enero del 2008, cuando entró en vigor la RBE, Vivienda ha ordenado pagos a los beneficiarios por un importe de 490,9 millones de euros, de los que 480,4 millones corresponden a pagos de mensualidades y avales, y 10,59 millones a préstamos para la fianza.
Al cierre de marzo, había 48.844 jóvenes que presentaban algún tipo de incidencia en su expediente que impidió abonar, temporal o definitivamente, la ayuda.
Baja el esfuerzo de alquilar
Vivienda hizo hincapié ayer en las facilidades que introducen las ayudas para el alquiler de los jóvenes, que necesitan dedicar el 42,2% de sus ingresos al pago de la vivienda, mientras que para aquellos que cobran la renta de emancipación este porcentaje se reduce al 24,3%. En Galicia, el esfuerzo para alquilar sin ayuda equivale al 36% de sus ingresos, que cae al 15,1% en el caso de los jóvenes que reciben los 210 euros mensuales.
Por sexos, son las mujeres las mayores beneficiadas por la RBE (un 56,4% del total), mientras que, por edades, los jóvenes entre 27 y 29 años representan el 47% del total.