Don Paco burla la censura

VIGO

Bajo el seudónimo de Salvador Lorenzana, Francisco Fernández del Riego publicaba en la prensa diaria del mes de marzo de 1946 artículos dedicados a la literatura gallega

24 mar 2010 . Actualizado a las 11:49 h.

Tras el seudónimo de Salvador Lorenzana se escondía en los años cuarenta Francisco Fernández del Riego. El intelectual galleguista tenía entonces prohibido hacer muchas cosas, como ejercer la docencia. Cuando a principios de los años cuarenta fijó su residencia en Vigo, ciudad a la que llegó para trabajar en el bufete de Valentín Paz-Andrade, incluso recibía mensajes telefónicos anónimos que le recordaban que seguía vivo porque así lo quería «el enterrador», como recuerda don Paco en su libro Camiño andado . Su pasado, como militante galleguista, pesaba en la difícil sociedad de entonces.

No obstante, don Paco «foi quen» de burlar la censura y escribir en la prensa. Eso sí, bajo un seudónimo que aludía a su pueblo natal, Lourenzá, cuyo monasterio está consagrado a San Salvador. El 30 de marzo de 1946, don Paco titulaba Voz e imagen de Macías o Namorado en El Pueblo Gallego , diario de Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Como suele hacer, iniciaba su escrito con su característico plural mayestático para, posteriormente, desarrollar un artículo sobre el trovador padronés del siglo XIV.

Dos días más tarde, volvía al ataque Fernández del Riego, aunque entonces en Cartel , un diario quincenal de carácter cultural que dirigía Julio Sigüenza. En este caso, el patriarca de las letras gallegas se atrevía a hablar de Federico García Lorca, asesinado diez años atrás por el régimen franquista. Un año después, Francisco Fernández del Riego siguió empleando su seudónimo favorito para publicar en el diario compostelano La Noche .

Niña del Berbés

Durante aquellos días, la ciudad de Vigo vivía las fiestas de la Reconquista, entonces organizadas por el Centro de Hijos de Vigo. El veterano periodista Blas Agra Mancebo fue el encargado de leer el pregón de los festejos. Curiosamente, no se realizaba este acto, como hoy en día, en una plaza. No, se utilizaba la propagación de las ondas radiofónicas que facilitaba la emisora local Radio Vigo.

Cumplido el formulismo, a las cinco de la tarde partían hacia el muelle próximo al Real Club Náutico los Gigantes conocidos como Niña del Berbés y Currito . En el puerto, los gigantes esperaron el desembarco de la nueva comparsa de cabezudos, entonces compuesta por «chinos, indios, persas y algunos tipos de diversas regiones españolas».

Desde la terraza del Náutico, asilados de San Rafael y de la Casa de Caridad asistieron al encuentro de gigantes y cabezudos. Esta comitiva emprendió un pasacalles por Carral hasta la Gamboa, donde realizaron un baile en recuerdo de los héroes del 28 de marzo de 1809. El itinerario finalizó en la plaza de la Constitución, ante la casa consistorial.

Por la noche, a partir de las once, se desarrolló una verbena en el Paseo de Alfonso XII. Hubo fuegos de artificio y se mantuvo iluminado el olivo. Al día siguiente, festivo local, se celebró una misa en la antigua colegiata, oficiada por el famoso padre Comesaña. El acto contó con la colaboración de la orquesta y coro del señor Rodulfo, así como del tenor vigués Paniagua.

Piruetas aéreas en Tui

No muy lejos de Vigo, en la ciudad de Tui, tenía lugar un hecho extraordinario el 22 de marzo de ese mismo año. El oficial alumno de la Escuela Aeronáutica portuguesa, Nemesio Álvarez, «sobrino del as de la aviación militar, el teniente coronel del mismo nombre y apellido», realizó vuelos de prácticas sobre Valença do Minho, de donde era natural.

El arriesgado piloto realizó vistosas exhibiciones y acrobacias, «siendo ciertamente emocionante el momento en que, lanzándose sobre el Miño en picado desde bastante altura, cambió rápidamente de dirección, rozando la superficie del río y colándose entre dos de las pilastras que sujetan el puente internacional». Según explicaba el periodista que dio cuenta del acto, los padres del muchacho «son muy conocidos en Tui».