La Xunta prohíbe la instalación de la batea «medusa» en Liméns

J. Santos

VIGO

La Consellería de Mar alega que sus medidas incumplen el decreto que establece un máximo de 27 por 20 metros

28 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La bautizada como batea del futuro, batea revolucionaria o batea medusa está en tierra, en la rampa de Domaio, desde agosto. La Consellería de Mar no permite a su promotor, el bateeiro moañés José Antepazo, fondearla en la cuadrícula que tiene otorgada en el polígono de Liméns porque sus medidas no cumplen el decreto.

Costó 150.000 euros, más del doble de una batea tradicional. Es circular, de polietileno, del mismo diámetro que las demás (34 metros) y prevista para soportar el mismo número de cuerdas, quinientas.

Las normas indican que las bateas no pueden superar los 27 metros de lago por 20 de ancho. Un artefacto de estas medidas es exactamente un rectángulo inscrito en la circunferencia que forma la batea medusa.

Hace un par de meses, Antepazo recibió una carta de la Xunta en la que le deniegan la autorización para instalarla en donde estaba previsto, en el polígono de Liméns.

El bateeiro moañés había solicitado permiso para construir esta batea experimental. La consellería, entonces en manos de la socialista Carmen Gallego, le dio el visto bueno e incluso informó favorablemente una subvención del 60% de la inversión. Conocía sus dimensiones y no había puesto reparos.

El plazo que tenía para fondearla era el 4 de agosto del pasado año. Días antes, la había botado al mar en pruebas frente a la playa de A Xunqueira. Detectó un problema estructural y la subió de nuevo a tierra para inyectarle burbujas de polietileno a fin de mejorar su estabilidad, lo que le impidió colocarla en su cuadrícula en la fecha límite.

Ya no pudo hacerlo. Antepazo dice que la consellería, ya en manos del PP, le denegó el permiso por no haberla instalado en el plazo previsto. Admite que no comunicó a Mar el retraso, pero asegura que es frecuente que se produzca este tipo de percances sin que conlleven la pérdida de la autorización. Añade que sí le autorizaron la instalación de una batea tradicional en la misma cuadrícula, dándose la circunstancia de que a los tres días de fondearla, el temporal la destrozó. Cuenta ahora con autorización para colocar una nueva batea en el sitio.