La presentadora cumple en el 2010 los mismos años que la TVG y lo celebra con ella como conductora de un programa que recuerda su cuarto de siglo de historia
01 feb 2010 . Actualizado a las 12:01 h.A Alba Lago el periodismo se le resistió cuando medio punto le impidió acceder a la carrera, pero se le volvió a cruzar casi por casualidad y sin necesidad de pasar por las aulas. Al menos, por ahora. Alba tiene 24 años y una experiencia en el mundo de la comunicación que ningún licenciado puede obtener por mucho que sepa de teorías sobre redacción, tipómetros, cíceros, macluhans o escaletas.
La presentadora viguesa, que irrumpió hace un par de años en las casas gallegas exhibiendo una soltura poco común entre la parroquia tertuliana «do país», logró traspasar la pantalla en un magacín de sobremesa con naturalidad y desenfado. Por eso no ha tardado en regresar a la TVG y por eso quizás, ha tenido ya su primer escarceo con una cadena de ámbito estatal a la que acudió con los arrestos de suplir a la maciza Pilar Rubio en Sé lo que hicisteis . «Sabía que era muy difícil, pero yo me planté allí sin pensármelo dos veces, con los brackets recién puestos. No salió, pero no pasa nada. Hay tiempo», reflexiona.
Alba recuerda que siempre quiso estudiar periodismo, «pero la nota que pedían aquel año era de 8 y yo tenía un 7,5. Así que me puse a estudiar Publicidad y Relaciones Públicas porque era lo más parecido, pero una vez allí me gustó mucho y ya me planteaba el futuro como publicista hasta que empezaron a pasar cosas. De hecho, mi idea es estudiar periodismo, pero ahora no se si podría compaginarlo», se lamenta.
Las «cosas» a las que se refiere son, por ejemplo, la aparición de una productora de televisión en la facultad de Pontevedra buscando a alguien para un programa tipo El diario de Patricia en el que emparejaban a personas mayores. «Me escogieron en clase, yo creo que no tanto por las buenas notas que sacaba como por el piquillo que tenía a la hora de salir a exponer los temas. Me hicieron una entrevista y me seleccionaron», cuenta.
Allí se curtió como redactora durante ocho meses, pero más tarde decidieron cambiar el formato al de magacín e hicieron un casting entre todo el equipo «Y de ahí salí, sobre todo metiendo mucho la pata al principio, pero aprendiendo mucho. Acompáñenos fue un máster. Todo lo que aprendí de tele, que aún me queda mucho por saber, lo aprendí allí porque hacíamos de todo: directos, reportajes, entrevistas...», recuerda. El programa finalizó el verano pasado, «tras dos años intensísimos sin parar», subraya. Tras un descanso que le permitió disfrutar del placer de olvidarse del despertador, ya está de vuelta en la TVG. La Televisión de Galicia, alias a galega , nació el mismo año que la comunicadora viguesa y desde hace cinco semanas, las noches de los lunes, antes de Padre Casares , presenta el programa especial del 25 aniversario. Como es lógico, Alba no se acuerda de muchas de las cosas que repasa junto a los telespectadores, pero las descubre con ellos, como los tiempos en los que Xosé Ramón Gayoso tenía pelo.
Dependienta
La presentadora, que por cierto compartirá con el incombustible Gayoso la presentación de Luar en Lalín el 5 de febrero, atribuye su desparpajo a la soltura que le proporcionó su primer trabajo de adolescente como dependienta: «A los 17 años empecé a trabajar en Bershka y en Stradivarius, y yo creo que le vas cogiendo el truquillo al intentar convencer a la gente de lo bien que le queda una prenda», confiesa.