Cid Cabido recrea un crimen en conserva con trasfondo vigués

VIGO

El asesinato de un conocido empresario en los 70 sirve al autor como base para una novela que combina ficción y realidad

20 ene 2010 . Actualizado a las 13:05 h.

Se podría decir que la nueva novela de Cid Cabido es la historia de un crimen en conserva. En 1974, el asesinato de un conocido empresario del sector, con factoría en Bouzas y gatos en el logotipo de la marca de sus productos enlatados, sirve al escritor para poner en marcha un engranaje narrativo que cuestiona los moldes de la realidad y que se sirve de técnicas narrativas propias de la novela de no ficción que Truman Capote aplicó con maestría en varias de sus obras. Aunque la investigación del célebre caso vertebra toda la trama, el libro no es, sin embargo, una novela policíaca al uso. Es más, no es una novela policíaca, y su autor lo corrobora: «Hai un suceso estrano ao redor do que se reúnen persoas que sen demasiado esforzo poden pasar por personaxes literarios, pero a investigación é elemental», admite. «Estou convencido de que estamos saturados de ficción tópica de baixo custo, e o público lector acolle ben esta tendencia precisamente por iso», estima.

El suceso conmocionó Vigo

En el recorrido del protagonista en busca de pistas que le lleven a aclarar el suceso que conmocionó a la sociedad viguesa en los últimos años del franquismo, (relato en el que por limitaciones legales los nombres reales fueron cambiados), el autor realiza un recorrido por lugares comunes de la ciudad que hacen que la narración tenga un atractivo añadido para los lectores vigueses o familiarizados con Vigo, que descubren lugares comunes en sus páginas, desde bares a librerías, edificios, cafés, calles, comercios, centros sociales, fábricas, etc . El protagonista y narrador es un tipo bastante indolente que trata de discernir entre lo que ocurrió de verdad y lo que quedó como leyenda popular buscando en archivos de periódicos, en bibliotecas como la de la Fundación Penzol, en el archivo municipal o a través de conversaciones con veteranos periodistas.

La novela reproduce también conversaciones con personajes relacionados con la trama, y en medio de ella aparece otro sonado escándalo, el caso Reace, que también tiñó de sangre los diarios con un argumento en el que no faltaba de nada; estafa, corrupción y muertes alrededor de la antigua refinería de aceites de Guixar.

Pero entre una cosa y otra, entre la intriga y el humor, hay guiños cinematográficos, referencias literarias, musicales y filosóficas, y el bosquejo de varias épocas en la ciudad, en el tardofranquismo y a mediados la primera década del siglo XXI. Así Unha historia que non vou contar , editada por Xerais, supone el retorno de Xosé Cid Cabido (Xunqueira de Ambía, 1959), al apartado de novedades en las librerías, pero no es una vuelta a la vida pública, porque hace más de diez años que el autor, que actualmente reside en Cangas y trabaja en el sector editorial, rechaza el juego mediático

Nuestro Salinger

Cid Cabido es, por otra parte, nuestro Salinger particular. Al ganador del Premio Blanco Amor de novela 1994 con Panificadora le ocurre como al escurridizo autor de El guardián entre el centeno. Huye de las cámaras y de las grabadoras, aunque en esta ocasión ha aceptado hablar con la prensa, aunque sin foto como peaje de la entrevista: «Cando empecei a negarme, hai once anos, tíñao clarísmo, pero pasou tanto tempo que xa esquecín, bromea el escritor que regresa a la actualidad tras la publicación hace tres años de la novela Blumsdei . «En realidade levo anos non só negándome a que me fotografíen senón a facer entrevistas e a acudir a ningún acto literario propio ou alleo», asegura. Y por darle un punto más teórico a su posicionamiento fotofóbico, antisocial y anticomercial, añade que no cree «nos sistemas de divulgación comercial que teñen como base a presencia pública dos autores. Está demostrado que hai autores que canto máis falan en público, peor para eles. Penso que a circulación de calquera produto cultural ten un gran mecanismo de automultiplicación que é a opinión da xente. Como dicía un coñecido editor, lembra, os libros véndense porque a xente fala ben deles. A promoción, o esforzo dos medios de comunicación, é prescindible e un desgaste inútil», opina.

Cid Cabido considera recusable ir por la vida públicamente de escritor, «e xa non digamos se te sentes na obriga de estar opinando de todo, que non quere dicir que saibas sobre calquera cousa, pero hai quen pensa que si, como existe a crenza entre os políticos galegos de esquerda de que por ser galeguistas xa saben de literatura. Iso é falso agora e na época do piñeirismo», afirma.