El PP se renueva a base de retiros y mociones

L.Míguez / A. Martínez / M.Torres

VIGO

17 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Casi por obligación. Las listas de los populares en el sur tendrán que renovarse para las próximas municipales del 2011 sí o sí. El primero, dados los últimos acontecimientos, será O Porriño, donde está previsto que el portavoz Manuel Carerra deja su plaza, que ocupa desde hace cuatro años, a Nelson Santos, líder de Ciudadanos por Porriño.

Esa será la primera consecuencia efectiva para el partido, que de este modo, y con los independientes ya integrados, optará a renovar su anteriormente tradicional liderazgo en todo el interior de la provincia.

Mantener esa presencia y consolidar su sillón en la Diputación de Pontevedra son los grandes retos en el área metropolitana de Vigo, puesto que la pelea en la ciudad es más problemática con el actual gobierno del bipartito entre nacionalistas y socialistas.

Por supuesto, del objetivo de las revalidaciones y mayorías están exentos los tradicionales bastiones socialistas como pueden ser Redondela, con un imperecedero Xaime Rei apoyado por tripartitos y otros acuerdos, Fornelos de Montes, con Serafín Ángel Martínez.

Alcaldías aseguradas

Frente a estos duros oponentes, el PP puede también presumir de invencibles en el sur de la provincia. Casi ningún vecino duda que existen candidatos que revalidarán en el 2011 como han hecho en los últimos años.

Sin un solo voto en las urnas ya se puede considerar que, salvo novedades de última hora, la alcaldía de Salvaterra quedará en manos de Arturo Grandal, con más de 30 años de experiencia, o la de Crecente en Cesar García Luengo, hijo del ex regidor del mismo nombre y con una fidelidad entre los votantes que se renueva desde hace décadas.

El grupo espera tener también buenos resultados en otros puntos como Baiona, donde Jesús Vázquez Almuíña se quedó al borde de la mayoría absoluta en los últimos comicios, y otros como Mondariz, con Julio Alén a la cabeza o Raúl Emilio Castro, en As Neves, donde pese a que los candidatos no son los más antiguos la mayoría absoluta del PP raras veces ha sido puesta en entredicho. Por supuesto, la última palabra es la del electorado del área metropolitana. En sus manos está la papeleta.