No hay mejor defensa que un buen ataque. Eso debió de pensar Chus Lago cuando instó a que se reprobase al conselleiro por su actitud y criticó que no hubiera informado de la decisión de la Xunta a la junta rectora de Vigozoo. El temor de que llegaran cargados de malas noticias y las instalaciones tuvieran que cerrar la hizo reaccionar antes de conocer que iba a tener una prórroga. Según Samuel Juárez, se remitió al Concello un informe por la mañana y, de todos modos, estaban al tanto de los problemas porque se hablaron en la visita que realizaron los técnicos. «Son actitudes infantís, nós estamos a aplicar a lei», zanjó el conselleiro. Aprovechando la polémica abierta, Lucía Molares aseguró que «a quien habría que reprobar era a ella, porque ya reconoció que se estaba incumpliendo con la normativa en noviembre. Hablar que reprobar a otro cargo político cuando no se cumplen los deberes es arriesgado», aseguró la popular, quien defendió a capa y espada la actuación del conselleiro.