«Me hicieron siete encargos en el primer día de mi exposición»

VIGO

Esta ilustradora de Tui encadena exposiciones desde que hace un año mostró en Madrid sus cándidos y sensuales personajes

11 ene 2010 . Actualizado a las 13:25 h.

Colgó por primera vez sus cuadros para mostrarlos al público hace poco más de un año en un local de Madrid y en su primer día de exposición ya tenía siete encargos. Los trabajos de la joven ilustradora tudense Mónica Seoane Lomba han tenido muy buena acogida y ha ido encadenando exposiciones en las que ha vendido ya más de un centenar de sus dibujos.

Con una mezcla entre la estética pop, la ilustración nipona y toques que recuerdan al personaje de Emily the Strange, esta joven ha creado un estilo propio muy definido. Sensualidad e ingenuidad se entremezclan en un universo, esencialmente femenino, en el que dominan los colores rojo y negro. En cada cuadro Mónica se deja llevar para relatar una historia. «Se me pasan ideas por la cabeza y las anoto para luego llevarlas al papel. Me gusta que mis ilustraciones tengan una historia que contar». Eso no quita que a veces, como ella misma reconoce, transmitan ideas contradictorias. «Por un lado siempre hay una cara dulce y por otro una gran carga de sensualidad e incluso a veces un lado oscuro».

Desde que sus amigos le animaron a comenzar a exhibir sus trabajos ya ha pasado por una decena de locales. Ahora mismo tiene expuesta parte de su obra en dos locales de Tui y en otras tantas salas de Madrid, donde reside desde hace unos años. «Me hace muy feliz que a la gente le guste lo que hago. A veces abro mi correo electrónico y me escribe gente para darme la enhorabuena, y es una satisfacción infinita». Incluso ha llegado a hacer trabajos a la carta. «Mucha gente me pide su cuadro personalizado, me dan una foto, me informo un poco de sus gustos y con ello intento crear una figura y una historia donde se vean reflejados», explica Mónica.

Diseño

Mónica sueña con poder dedicarse exclusivamente a sus cuadros. «Me gusta diseñar, pero la ilustración más sin duda. Poder vivir de lo que realmente me llena y disfruto, y que la gente lo valore, para mi es un gran logro». Desde que se mudó a Madrid compagina la ilustración con trabajos de diseño y relacionados con sus estudios de Publicidad. «Me vine a Madrid para hacer un máster, y luego intentar entrar en el departamento creativo de alguna agencia de publicidad; la verdad no es fácil, pero de eso me di cuenta con el tiempo», recuerda.

Reconoce que salió de la universidad casi tan desorientada como entró y no fue hasta que empezó a hacer cursos de diseño que se dio cuenta de lo que realmente quería hacer. Ahora ya piensa en compaginar el proyecto con una línea de camisetas que está poniendo en marcha junto a una amiga.