Piden un total de 30 años para tres supuestos atracadores de La Suiza

VIGO

30 oct 2009 . Actualizado a las 11:34 h.

El conductor y un ocupante de un Mercedes implicados en el atraco de la joyería La Suiza el 16 de mayo del 2008, junto a un tercer cómplice detenido en Barcelona, comparecieron ayer en el juicio que se celebró en el juzgado de lo Penal número 3 de Vigo. La Fiscalía pide que los tres sospechosos, que se acogieron a su derecho a no contestar, sean castigados con diez años de prisión cada uno. Cinco años son por el delito de robo con violencia e intimidación y los otros cinco por causar lesiones en la cabeza y un dedo a la dueña, con los agravantes de uso de disfraz y arma peligrosa.

El fiscal culpa a los tres como autores por igual de los delitos ya que nadie pudo atribuirles un papel concreto en el atraco, salvo al conductor. Y otros tres cómplices siguen huidos. Los letrados piden que cada uno pague solo por lo que hizo.

Una copia de la grabación en vídeo, visionada ayer en el juicio, recoge como dos individuos entran en la joyería y mantienen a raya a los clientes y empleados. Poco después, acceden en tropel cuatro hombres que destrozan con mazas las vitrinas de la joyería, golpean a la dueña, y en 45 segundos saquean el local y huyen con un botín millonario de relojes de lujo. Escapan en tres motos Harley Davidson y, en un aparcamiento, se cambian a un Mercedes 200 y otro coche potente.

Las víctimas pasaron miedo. «Me pareció una eternidad», declaró la dueña, que recordó que la amenazaron con frases como «si no te agachas, te mato». La golpearon con un objeto contundente en la cabeza y, al protegerse con los brazos, le aplastaron un dedo. «Fue el golpe más violento que he visto en 35 años de servicio, fue descomunal. Las vitrinas estaban rotas, al fondo había un gran charco de sangre», relató un investigador del escenario del asalto, en López Neira, cerca de Príncipe.

Pero el atraco perfecto salió mal. Dos horas después del golpe, un control de la Guardia Civil los paró al azar al Mercedes en que viajaban tres de los supuestos implicados en la autovía A-52, a la altura de Puebla de Sanabria, rumbo a Madrid. En una bolsa de deportes, situada bajo un asiento trasero, ocultaban 75 relojes Rolex, con su etiqueta y precio. Dos días después, en una cuneta de Toro apareció otra bolsa con un revolver de fogueo, martillos, gorras y ropa supuestamente usadas en el atraco. El abogado del conductor descarta que esos indicios sean suficientes para condenarle. Las aseguradoras pagaron 262.000 euros por los daños y el letrado de la dueña reclamó 32.000 euros por las curas.