Los verdinegros marcaron tantos goles como en los ocho partidos anteriores
19 oct 2009 . Actualizado a las 11:19 h.Se acabó el récord del Celta B. Para la historia queda el registro de seis victorias consecutivas en Segunda B, pero ayer el equipo mordió el polvo en Las Llanas y el Sestao le marcó tantos goles como los que había conseguido hasta la fecha.
Salió el conjunto gallego con determinación y en los primeros minutos manejó con criterio el balón, mientras el River tenía problemas en labores de recuperación. El filial vigués es un conjunto con las ideas claras y cuyos jugadores, individualmente, parecen más veteranos de lo que corresponde a un filial. Precisamente fue para el conjunto celeste la primera ocasión del encuentro, en un córner rematado por Oriol que a punto estuvo de recoger, sin oposición, el central Alba.
El Sestao pareció despertar poco a poco y el partido comenzó a jugarse en la parcela central, en muy pocos metros. Sin embargo, a los diez minutos, los locales iban a adelantarse con un gran gol de Paredes, que remató dentro del área un pase de la muerte de Ibai.
Con el 1-0 el Celta B tuvo que estirar sus líneas para buscar rápido el empate. Sin embargo, los jugadores verdinegros comenzaron una gran labor defensiva, liderados por el central Basagoiti, y no dieron opción a los visitantes. A los 27 minutos, una pérdida de balón en el centro del campo vigués fue recogida por Paredes, quien habilitó a Etxabe con un gran pase. El delantero centro verdinegro definió bien ante Sergio y así el Sestao se puso con un 2-0 antes de la media hora de juego.
El conjunto filial se vio muy afectado por la avalancha sestaotarra y prácticamente no puso en aprietos al portero Álvaro hasta el descanso.
Tras la reanudación, sin embargo, todo fueron malas noticias para el Sestao: Con apenas cuatro minutos transcurridos, el defensa Bergara resultó lesionado en su rodilla derecha al caer mal en un salto con Oriol, y poco después los gallegos lograron acortar distancias en una jugada rocambolesca, en que un pase precisamente de Oriol tocó en el pie de Larrazabal, y el balón no pudo ser atajado por Álvaro.
Con el 2-1 el Sestao vivió sus peores minutos y el Celta B buscó la igualada ante una acertada defensa local, que ya prácticamente no dio opción a los delanteros celestes hasta el final del partido. El River, echado muy atrás, aprovechó una contra para sentenciar.