El juzgado de primera instancia número 3 examinó ayer una dnueva demanda de un cliente vigués de la entidad financiera Openbank, perteneciente al grupo santander contra el banco. En este caso el inversor solicita la anulación de un contrato que sucribió con la entidad para un producto financiero denominado 3+1.
Las demandas contra el banco se vienen sucediendo desde hace diez años. Unos ciento cincuenta inversores vigueses sucribieron el producto financiero denominado 3+1 en el que invirtieron unos 1.500 millones d elas antiguas pesetas.
En el pasado marzo la Audiencia Provincial de Potnevedra rechazó un recurso presentado por Openbank Santander Consumer, al que se unió la fiscalía. El recurso se deriva de la querella presentada por una veintena de clientes, casi todos de Vigo, contra el presidente del Santander, Emilio Botín y el consejo de administración de su filial Openbank en 1999 (entonces Patagon) por su producto financiero 3+1, que se anunciaba como una inversión segura y que finalmente produjo pérdidas. En la denuncia se decía que se trataba de un préstamo de inversión de alto riesgo elegido por la entidad y no por los clientes. Ayer en el juzgado el abogado del Grupo Santander aseguró que los clientes sabían perfectamente lo que firmaban y que en la documentación figuraba que las rentabilidades pasadas del producto no garantizaban las futuras. Los suscriptores aseguran que les falsificaron las firmas.