«No te imaginas lo que sufrí por el Celta en Egipto, cada dos por tres estaba llamando», reconoce Aarón recién retornado a Vigo tras el Mundial sub-20
09 oct 2009 . Actualizado a las 12:26 h.Acaba de regresar a Vigo tras la experiencia con la selección española sub-20 en el Mundial de Egipto. Pese a la buena imagen que dejó, su nombre dio la vuelta al país por errar el penalti que pudo dar vida a los de Milla. Ahora, Aarón Ñíguez (Elche, 1989) promete dar muchas alegrías en Vigo.
-La eliminación, el viaje, la vuelta al ruedo...¿como está?
-Físicamente bien, no tengo ninguna molestia pero anímicamente vengo de bajón, hundido por el penalti y la eliminación. Asumí una responsabilidad y no lo conseguí. Es duro pero hay que seguir...
-¿Cómo se vive un momento tan importante, esos segundos en los que ve una eliminatoria en sus botas?
-Te vienen nervios, piensas que has hecho un esfuerzo muy importante con un hombre menos y un 2-0 en contra. Ves que puedes alargar el sufrimiento, que tienes la prórroga a mano. Cogí el balón sin temor, sabía por donde quería tirarlo, pero el portero me lo adivinó. Fallas y se te viene el mundo encima. Lo mejor es pasar página, ahora solo quiero centrarme en el Celta.
-¿Ha tenido oportunidad de seguir al equipo desde allí?
-No te imaginas lo que sufrí. Cuando peor lo pasas es cuando estás lejos y no puedes ayudar. Cada dos por tres estaba llamando a Joselu y a Cristian, siempre pendiente de internet para seguir los partidos en directo. El día del Hércules acabé muy fastidiado pero en Huelva, por fin, me llevé una alegría.
-¿Joselu y Cristian Bustos han sido sus informadores?
-A Joselu lo conocí después de firmar, no habíamos coincido antes. Con Crisitan jugué hace cuatro años en el filial del Valencia y es un fenómeno. Siempre da la sangre hasta que se le agota. Le llamé antes de venir y me habló maravillas del Celta.
-¿Qué le ha llamado más la atención del equipo?
-¿Sabes lo que más me ha sorprendido? El cariño y el respeto con el que te tratan. Me ha sorprendido muchísimo. Parece que llevo años en este vestuario y acabo de llegar. Eso no es fácil de encontrar.
-¡Hay mucha juventud...!
-Lo bueno es la mezcla. Hay mucha gente joven, que tiene ganas de comerse el mundo y a su lado veteranos que quieren seguir dando guerra. A ello le sumas la táctica del míster, que es una apuesta alegre, y con la que tenemos que ir a muerte...
-¿Eso fue lo que le atrajo?
-Sí, y que es un club grande, que desde fuera no entiendes que esté en Segunda. Tenía otras cosas pero insistieron tanto en mí que no lo dudé. Me vine con los ojos cerrados para intentar devolver a este club a su sitio. ¡Es algo que ilusiona!
-¡Vamos que por usted se quedaría aquí unos años más!
-Es pronto para saber qué va a pasar. Al Valencia siempre le tendré ese amor que se le tiene al club de uno, al que te ha formado. Cualquier llamada que me hicieran en el futuro para volver me haría ilusión pero no sé si eso llegará algún día. Lo que tengo ahora es el Celta y si me salen las cosas y estoy a gusto no dudes que me quedaré encantando aquí.
-¿En qué puesto se ve más cómodo en el campo?
-Puedo jugar arriba, más retrasado, en banda... Con el sistema que utiliza Eusebio puedo encajar en cualquiera de los tres puestos de la última línea. Mientras juegue, que me ponga donde él me necesite.