La plantilla se muestra cada partido que pasa más incómoda con su estilo de juego
27 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.Eusebio piensa que cambiar el sistema de juego que se ha empecinado en implantar en el Celta desde su llegada sería traicionar sus ideas y transmitir a la plantilla falta de confianza en sí mismo.
El de La Seca está equivocado, porque el fútbol está lleno de casos en los que los entrenadores buscan nuevas fórmulas cuando las cosas van mal, y tras esos cambios consiguen una reacción. Si una apuesta no funciona, lo inteligente es cambiarla.
Y está claro que dos victorias de 21 partidos no es una cifra que sale de casualidad. La apuesta futbolística de Eusebio está agotada, ha fracasado. Ayer puso la puntilla a lo que ya se venía intuyendo últimamente.
Rotos por el medio
El problema empieza porque no tiene las piezas adecuadas para llevar a la práctica sus ideas. Ayer, además, Eusebio se equivocó completamente en los nombres y en los cambios.
Seguramente ante la falta de gol trató de buscarlo metiendo a Danilo en el trivote del centro del campo. Pero meter a un futbolista que lleva menos de cien minutos de competición en los últimos doce meses junto a Trashorras, que no se caracteriza por su sacrificio defensivo, en la zona donde el equipo debe estar más equilibrado se podía pensar que era un error tremendo. Y así fue.
Aunque es cierto que las cosas tampoco mejoraron cuando entró López Garai en el segundo tiempo.
En un equipo que apuesta por tener la posesión, el encargado de llevar la manija no puede ser un futbolista tan limitado en la creación como Cristian Bustos, cuya labor de recuperación desde luego está fuera de toda duda.
Otra vez sin gol
Es insistir semana tras semana en lo mismo. El Celta no tiene gol entre otras cosas porque la plantilla no lo tiene, aunque Eusebio piense lo contrario. Ayer fue el segundo partido de Arthuro como titular, y el delantero brasileño mostró las enormes carencias que tiene.
Eusebio tampoco estuvo afortunado en los cambios. Justificó que Iago Aspas no saliese en el segundo tiempo en que quería fortalecer el centro del campo, pero el canterano era el único que estaba sacando alguna idea con el balón. Fue quizás lo único acertado del equipo ofensivamente, a pesar de que se le pedía jugar en banda y se iba continuamente el centro. Quizás la equivocación sea empecinarse en que juegue en banda.
Trashorras sigue teniendo lapas cerca suya. Ayer Tiago Gomes no se despegó prácticamente de su lado. Y el bajón del lucense lo nota demasiado el equipo. Si encima Dani Abalo, destinado a ser uno de los que tire del carro, tiene días aciagos, la cosa se complica demasiado.
Encima el Celta tropezó ayer con la horma de su zapato. El Hércules es un equipo que apuesta por tener la pelota, que combina bien, y lo hace con un clásico 4-2-3-1.