El Cristo no logra la unidad política

VIGO

02 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La llamada a la unidad fue una constante en el acto celebrado ayer en el pazo Quiñones de León de Castrelos con motivo de la lectura del pregón del Cristo de la Victoria. Una unidad que, sin embargo, no consiguió ni el propio evento al faltar más de un 30% de los invitados.

Entre las ausencias más significativas llamaba la atención la de la presidenta del Puerto, Corina Porro, la de Zona Franca, Teresa Pisano, el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Delfín Fernández, o el teniente de alcalde, Santiago Domínguez. Curiosamente pertenecientes a todos los partidos con representación en el Concello

Sí acudieron el alcalde y algunos de los concejales de cada grupo municipal, así como autoridades religiosas, civiles y militares, como el obispo de Tui-Vigo, José Diéguez Reboredo, Lucía Molares, Víctor Moro, Luis Espada, María José Caride, José Silveira, Carmen Avendaño, Franco Cobas, Charo Vidal y los miembros de la cofradía con su presidenta Marora Martín-Caloto al frente.

Dogmático

Ninguno de los asistentes permaneció indiferente al pregón que durante más de media hora pronunció el que fue ministro con Adolfo Suárez, José Manuel Otero Novas, sobre todo, cuando alertó de que «nos vamos estrellando en los extremismos de uno u otro signo, del socialismo asfixiante al liberalismo sin alma, del belicismo exaltado al pacifismo entreguista, de la homofobia intolerante al matrimonio homosexual, y de los idealismos y fundamentalismos al hedonismo y la indiferencia, y así pasamos de la teocracia al estado invasor de las conciencias individuales».

El pregón, posiblemente el más dogmático de los últimos tiempos, contrastó con la intervención del alcalde, para quien el Cristo es una manifestación que va más allá de la religión y se convierte en una especie de llamada para acercar distancias y aparcar diferencias. No perdió la ocasión para explicar al auditorio la ciudad que persigue, con más espacios para compartir.

Para Abel Caballero «el Cristo es el mejor cronista posible de Vigo», porque estuvo presente en los últimos acontecimientos históricos. Su intervención concluyó con un llamamiento a la unidad, algo a lo que parecen no estar muy dispuestos los políticos vigueses, a juzgar por las muestras que ofrecen a diario a los ciudadanos. Su asistencia a la procesión va precedida en ocasiones de codazos para colocarse en primera línea de la comitiva.