El bipartito vigués apuesta por una imagen de unidad en su balance de dos años de gobierno

VIGO

Caballero insiste en la estabilidad del gobierno municipal y Domínguez reconoce que a pesar de sus diferencias los dos grupos cada vez trabajan más unidos.

16 mar 2011 . Actualizado a las 17:59 h.

Quince sillas vacías esperaron durante más de media hora para protagonizar un acontecimiento histórico, reunir en un acto que no era un pleno a todos los miembros del gobierno municipal vigués. Se hacía balance de dos años de gobierno y tras la polémica que levantó el año pasado que no estuviesen ni siquiera invitados los miembros del BNG al acto convocado por el alcalde, el bipartito vigués optó este año por dar una imagen de unidad.

Una unidad que no solo estaba presente en la escenografía sino que además, tras dos años de gobierno, permitió oír de voz del alcalde una valoración de las áreas que dirigen los nacionalistas. Caballero no estuvo corto en halagos y casi prestó más atención a las áreas de sus socios de gobierno que a las del PSOE.

Además de hacer un recorrido por los logros de los dos años de gobierno, en el que Caballero hizo mención a proyectos como el Plan Nouvel, la Etea o el nuevo hospital, tanto el alcalde como el teniente de alcalde también quisieron valorar el estado del pacto de gobierno. Domínguez, el primero en intervenir, destacó que a pesar de sus «diferencias» el gobierno municipal trabaja cada vez más unido en un proyecto de ciudad compartido. Caballero, por su parte, agradeció el esfuerzo de Domínguez y del resto de la corporación y recordó que la estabilidad del gobierno vigués la demuestra que Vigo fue la primera gran ciudad de España en aprobar sus presupuestos en los últimos años.

Ausencias

En el escenario se notó la ausencia de una de las concejalas socialistas, Raquel Díaz, pero entre el público había alguna más notoria. No había representantes del PP, no estaba Corina Porro, no estaba la delegada de la Xunta en Vigo y tampoco la presidenta de la FAVEC. Había representación de los sindicatos y de los empresarios, aunque tampoco estaban Fernández Alvariño ni el presidente de la Cámara de Comercio. Eso sí, estaba la delegada del Consorcio de Zona Franca que compartía la primera fila con el parlamentario vigués del BNG, Henrique Vietez, y un numeroso grupo de cargos del partido socialista, como las ex conselleiras Gallego y Caride o la senadora Carmela Silva.

Protesta en la puerta

El acto para hacer balance de dos años de gobierno se hizo en el Auditorio del Centro Social de Caixanova. Mientras el alcalde presumía en el interior de que en dos años se van a realizar más humanizaciones en la ciudad que en todos los restantes años de democracia, en concreto unas 100 calles en obras, un grupo de vecinos afectados protestaba con pancartas en la puerta del edificio. Eran vecinos de Coia que denunciaban que las reformas dejarán sin plazas de aparcamiento en la zona.