«Escucho música todo el día, pero no me gustan los grupos muy comerciales»

Marina Chiavegatto

VIGO

Creó una cuenta de MSN para hablar solo con sus mejores amigos. Quiere hacer Historia del Arte

14 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Confiesa que tiene más de 400 personas agregadas a su cuenta de Tuenti, un portal de Internet que frecuentan los jóvenes. Sin embargo, eso «no significa para nada» que tenga 400 amigos. «Soy una persona muy sociable, pero tardo mucho en dar confianza a la gente», explica Cecilia Candelas, que confiesa que se hizo una nueva cuenta del MSN -otra plataforma web- solo para hablar con sus amigos más cercanos sin que los otros la molesten.

Para esta estudiante del IES A Guía, sus amigos son los de «toda la vida» y sumándolos «deben de ser cerca de 25». Es con este grupo con el que a Cecilia le gusta pasar su tiempo libre. «Mis amigos tienen una banda y yo siempre que puedo voy a sus conciertos», cuenta la joven de 17 años, que dice que escucha música «todo el día, pero no me gustan los grupos muy comerciales». ¿Su ídolo? «Sin duda, Bob Dylan». Aunque le guste salir, explica que no lo hace siempre, «solo cuando hay un concierto o alguna celebración». En esas ocasiones, su padres la dejan salir «hasta muy tarde», es decir, «hasta las 4.30».

Además de la música, su segunda pasión es viajar. Italia es el destino de elección de la familia Candelas, que pasa todos los años las vacaciones en ese país. «Es impresionante cómo todo los rincones de Italia son preciosos», comenta la estudiante. Pero, aunque Italia le fascine, no es allí donde le gustaría vivir: «Hace unos años, mi padre estuvo trabajando en Nueva York y yo pasé un mes con él. Desde entonces tengo claro que un día quiero trabajar allí».

Como sacó buenas notas en el Bachillerato, la selectividad no le preocupa mucho. «Solo necesito un cinco para entrar en Historia del Arte», cuenta. A la joven le gustaría ser «directora de algún museo».

Explica que tal vez porque sus dos padres son funcionarios, no se siente muy afectada por la crisis económica y que, a la hora de elegir su carrera, no pensó en las cifras galopantes del paro, porque si fuera así «acabaría haciendo Empresariales, como todo el mundo». Pero Cecilia no quiere ser como todo el mundo, su felicidad no se basa en tener un buen sueldo, dice, sino en hacer una carrera que la satisfaga, en seguir saliendo con sus amigos «de toda la vida» y, si es posible, tener algún dinero para poder pagar sus futuros viajes.