A Paradanta apuesta por parques eólicos municipales como fuente de ingresos

L.Míguez

VIGO

09 jun 2009 . Actualizado a las 12:04 h.

Poca industrialización, pérdida de población y el atisbo de números rojos. Parece desolador, pero es el presente para muchos concellos del interior de la provincia. Ante tal panorama, el resultado es aprovechar lo que sí hay: viento. En esa tarea trabajan los concellos de A Paradanta y parte de la comarca de O Condado, que han visto en la construcción de los parques eólicos una alternativa para generar ingresos. Ahora que el sector de la construcción, una de las principales fuentes de los gobiernos locales, se desangra, llega el turno de innovar.

Mondariz, Covelo, A Cañiza y As Neves caminan en esta dirección. En el último caso, los trámites están avanzados. El Concello ha conseguido el visto bueno de la Xunta para la creación de un parque singular, que es el nombre por el que se le conocen a las instalaciones de gestión municipal. La construcción de tres aerogeneradores les permitirá distribuir a las líneas de media tensión un total de 2,7 megavatios.

Como no tenían conocimientos del recurso, han cedido la explotación durante 20 años a la empresa Fersa, que a cambio ingresará 60.000 euros anuales y un 1,5 por ciento de la facturación. Esta no es la única entrada de dinero por el negocio del viento, el parque privado de Montouto, de 42 megavatios, supone ingresos de impuestos varios que suman unos 6.000 euros anuales. Aunque lo cierto es que en este caso las principales beneficiadas son las comunidades de montes, que reciben unos 3.000 euros de media por molino, según apunta el regidor de As Neves.

Beneficios

La puesta en marcha para septiembre de las instalaciones sumarán este municipio a la lista que encabeza Arbo, donde el parque municipal empezó a funcionar en octubre del 2007. Los 2,7 megavatios de sus dos aerogeneradores suponen la energía necesaria para alimentar a más de 2.000 hogares y la entrada de unos 120.000 euros durante estos dos primeros años de los 22 totales que será explotado por la firma Fersa.

Pese a todo, lo de sacar rentabilidad del aire no es nuevo para esta zona, que desde hace años acoge parques privados como el de Montouto o el de Norvento. Claro que en este caso los beneficios se reparten con la Xunta y el resultado en las cuentas de los gobiernos locales, según denuncian sus alcaldes, es escaso. «La licencia de obra supone poco, así que luchamos por poder cobrar también el IBI», apunta uno de los regidores.