Viaje a los años en blanco y negro de O Porriño

M.Rúa redac.vigo@lavoz.es

VIGO

08 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Esta es la historia de O Porriño cuando no existía el Photoshop, cuando la palabra ordenador sonaba a película futurista, los pantalones se llevaban cortos y las faldas, muy largas. Esos recuerdos en blanco y negro son los que trata de recuperar el Arquivo municipal da imaxe, dependiente del Concello desde hace años. Su labor se extiende cada temporada de parroquia en parroquia por todo el municipio para crear un auténtico álbum fotográfico histórico de las familias que han hecho posible O Porriño. En esta ocasión el turno le ha llegado a Carracido, por lo que durante este mes todos los interesados en donar parte de su pasado pueden acudir a la asociación vecinal y cultural de As Mimosas. Los que tengan fotografías o películas de lugares, fiestas, emigración, familia, trabajos o acontecimientos de la vida cotidiana pueden pasarse también por el archivo. Las imágenes serán recogidas y pasarán a formar parte de los fondos municipales, además de utilizarse en una exposición que se realizará próximamente en el barrio. La responsabilidad de dar cara a los porriñeses del pasado no solo recae sobre los vecinos de Carracido, el archivo recuerda que todos los vecinos interesados pueden acercarse a colaborar.

La demostración de que las donaciones de fotografías funcionan en el vecino municipio tiene nombre, es el título de libro que se ha publicado con las imágenes, Unha ollada no tempo. Achegamento ao patrimonio fotográfico de O Porriño . Para esa labor se utilizaron 200 de las más de 3.800 fotografías que están archivadas en las dependencias municipales. Junto a las fotgrafías se incluyen textos con las visiones de la historia del concello del actual alcalde, Raúl Francés , la responsable del archivo, Fátima Rodríguez Sío y el historiador Xosé Ramón Iglesias Veiga .

En As Neves están ya relamiéndose ante la perspectiva de la Feira do requesón e o mel, que será este viernes. Aunque la degustación de algunas de las 25.000 piezas de este popular postre no empezará hasta las 12 del día 10, los actos se han prolongado toda la semana. Ayer mismo los más interesados en aprender aplicaciones de este manjar pudieron conocerlas de mano de Fátima Estévez , de EFA A Cancela. Ella fue la responsable de impartir el seminario de cocina «Requesón con sabores do Miño», que tuvo lugar en el restaurante Casa Lola. No es necesario explicar que el protagonista de las recetas sobre las que allí se dieron explicaciones era el producto estrella de As Neves. La cita no fue la única en la que los interesados en el requesón pudieron poner en común sus opiniones. El pasado lunes hubo una mesa redonda bajo el título «Productos artesáns e desenvolvemento do territorio». Expertos en leche ecológica, vino y otros productos gallegos charlaron de la situación actual. El día terminó con una exposición de pintura de los autores Alice Brito y Domingos Malheiro . En definitiva, una buena forma de reinventar el recetario tradicional, hacer futuro y abrir boca para la cita del viernes. La pregonera será Mari Carmen Núñez Rodríguez , presidente de la asociación de mujeres rurales Chan dos Casteliños, como reconocimiento a la labor de la mujer en el mantenimiento de la receta del requesón y su esfuerzo por organizar la fiesta.

Mientras unas celebraciones entran ya en el calendario gallego, otras reciben buenas nuevas, como la del monte Santa Tegra, en A Guarda. La Xunta acaba de concederle el reconocimiento de Festa de Interés Turístico. La cita cumple con los requisitos de antigüedad de sobra, ya que tiene lugar desde el año 1913. En aquel entonces la cita surgió de un grupo de guardeses, muchos de ellos emigrantes retornados, que constituyeron una agrupación destinada al cuidado del monte de Santa Tegra. A través de sus diferentes ediciones, la celebración consiguió arraigarse entre los residentes locales y los vecinos llegados del resto de Galicia, España y Portugal. También se ha valorado que exista un variado programa de actividades como pasacalles, pregón, talleres, espectáculos para niños, conciertos, un encuentro de bandas marineras, festival rock, un gran desfile folclórico y la romería, entre otros muchos actos. El festejo ha conseguido el reconocimiento al mismo tiempo que la fiesta de la trucha de Oroso, la del pulpo de Mugardos y la de degustación de maíz, de Bueu.