Era el guaperas de la clase. Su arquitectura corporal se asemeja a las esculturas griegas: armonía y belleza de las formas. Es lo que se lleva ahora en las pasarelas, aunque nunca opositó a míster. A su atractivo físico se le une un aspecto atlético saludable. Mantiene un pulso diario para que sus músculos se impongan a la grasa, sudando la gota gorda en el gimnasio. Luis Curros Freijanes (24 años) tiene las cualidades de un adonis: joven y atractivo. Pero rechaza la connotación de vanidad. «Las chicas se fijaban en mí porque era uno de los tipos altos del colegio», afirma sin ironías y con la credibilidad de sus 182 centímetros de altura. Su masculinidad no la guarda para los gusanos. La exhibe en despedidas de solteras. Actúa de estríper. -¿Desde cuándo se quita la ropa en público sin que lo multe la autoridad? -(Risas). Es ante el público, pero en un local privado. -¿Masculino o femenino? -Femenino. Hago mi actuación para despedidas de solteras. Trabajo para la empresa de ocio nocturno Tour Last Night desde hace dos años y me va muy bien como estríper. -¿Lo hace por hobby o solo por dinero? -Por ambas cosas. Pero también me gusta cultivar mi cuerpo y mostrarlo. -¿Muchas horas de gimnasio? -Suelo acudir con frecuencia desde hace dos años al gimnasio El Castro. Hago un poco de todo: pesas, bicicleta, máquina... -¿Se liga mucho con un cuerpo «danone»? -La verdad es que no me puedo quejar. -¿Recuerda el número de actuaciones en la noche como estríper? -Llevo sobre quince. -¿Cómo le fue la primera vez? -Fui acompañado de un amigo con experiencia en este tipo de espectáculos que se llama Toni y le dije que solo me limitaría a mirar, pero al final decidí subirme al escenario y terminé haciendo lo mismo que él. -¿Fue integral o se quedó con el taparrabos? -Estoy preparado para hacerlo de las dos maneras. Sin prejuicios. Además estoy contento con el cuerpo que tengo. (Sonríe). -¿Cuál es la parte que más le gusta de su cuerpo? -Sin que suene a grosero, el culo, aunque solo me lo vea en el espejo.
-¿Le habrán dicho muchos piropos?
-De todo. Desde ¡moreno! ¡qué guapo estás! ¡vamos al baño!... -¿Se le echan encima? -Muchas veces. Alguna chica del público que sube al escenario con nosotros nos tiene hasta arañado y también me he llevado algún mordisco en el cuello. Cuando están todas juntas son un peligro. También las hay recatadas que se conforman con mirar. -¿Cuánto gana en una noche? -Sobre 200 o 220 euros en media hora de actuación. A veces hago hasta tres estriptís en la noche. El espectáculo lo hacemos sobre todo en Vigo, Ourense y Lugo. -¿Tiene novia? -Está en proyecto. -¿Lo dejaron alguna vez por celos? -Si, en más de una ocasión. -¿Por qué de policía? -Simplemente porque me gusta. -¿Y el arma es reglamentaria? -(Risas). Dicen que la media española está en 14 o 15 centímetros de cañón y la mía mide 16 o 18. A un estríper de que le vale una muy grande si no tiene cuerpo. -¿Alguna anécdota? -En una despedida de solteras una novia me dijo, al verme actuar, que si yo quería se casaba conmigo. Incluso me dio su teléfono, pero nunca la llamé.