No hubo presencia sindical ni tampoco del movimiento vecinal en la plaza del Rei
18 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.Una nutridísima representación política y otra también amplia de dirigentes empresariales arroparon ayer la presentación de la futura macroplanta del Lagares. Al estar implicadas las tres Administraciones (central, autonómica y local), el lleno estaba garantizado contando con el resto de las autoridades locales.
En la galería de la alcaldía se dieron cita los presidentes de la Confederación de Empresarios y de la Cámara de Comercio, numerosos responsables del Club Financiero y de empresas, caso de Barreras, con la mayoría de los cuales el alcalde vigués ha mantenido reuniones en las últimas semanas. Obviamente, también acudieron la presidenta de Zona Franca, el presidente de la Autoridad Portuaria, el conselleiro de Medio Ambiente, el delegado del Gobierno en Galicia y el subdelegado en Pontevedra, diputados autonómicos, concejales e igualmente la presidenta del Parlamento gallego, Dolores Villarino, viguesa, lo mismo que Elena Espinosa.
Del lado estatal participaron directivos de la Confederación Hidrográfica, a quien corresponderá la tramitación de un proyecto que directamente gestionará el ministerio.
Como contrapunto, la evidente ausencia en la plaza del Rei de los cargos del Partido Popular, extensible también a la Diputación, y del movimiento vecinal, con los que Caballero mantiene un duro pulso desde hace un año. Tampoco estuvieron presentes dirigentes sindicales ni representantes de la sociedad civil.
No obstante, en fechas próximas seguirá habiendo novedades sobre el proyecto. De entrada, dentro de poco tiempo las tres Administraciones implicadas suscribirán un convenio para repartirse la financiación. A partir de ahí la pelota queda en manos del Ministerio de Medio Ambiente, que adjudicará los trabajos con un anteproyecto. Por esas fechas se celebrarán las elecciones autonómicas, aunque para el inicio de las obras hará falta que a posteriori se redacte y apruebe un proyecto de ejecución cuya tramitación es cualquier cosa menos sencilla.