La caída de las ventas de coches es una tendencia generalizada en todo el mercado de Europa occidental, aunque más acusada en España. Los concesionarios de la provincia dan fe de ello, con un balance de ventas acumuladas en el primer semestre del año que suman 10.290 unidades matriculadas, frente a las 13.071 vendidas en el mismo período del 2007.
Pese a esta fuerte bajada de la actividad, el sector de los concesionarios resiste a los efectos más dolorosos de la crisis, -el calculo de pérdida de empleo fijado para esta de crisis es de unos 15.000 trabajadores, de una plantilla global de 170.000 repartidos en 3.500 concesionarios en España- pero no ajeno a los procesos de concentración.
Ibericar, filial española del grupo portugués Salvador Caetano, propietario de más de 100 empresas de distribución de automóviles en Europa, adquirió este verano el cien por cien del capital de los concesionarios Turbotracción en Vigo y Ourense, distribuidores de las marcas Chrysler, Jeep, Dodge y Ssangyong.
Con la suma de los concesionarios de Turbotracción, Salvador Caetano, a través de su filial española, se ha hecho ya con el control del mercado de vehículos en Vigo, al concentrar la distribución de un total de 12 marcas de coches. Hace dos años, la firma lusa se hizo con el cien por cien del grupo de concesionarios Salfer, de la familia Fernández Alvariño, agrupando las marcas Seat, Fiat, Audi, Volkswagen, Lancia, Toyota, Lexus y Hyundai.
La concentración de concesionarios es un fenómeno provocado por la contención de precios y la competencia en descuentos, que estrecha cada vez más el margen de beneficio de los concesionarios y acelerado en los últimos meses, por la caída de las ventas en Galicia, que en el último semestre acumula un descenso del 21% y retrocede a niveles de hace quince años.