«En Galicia no hubo guerra civil en el 36, sino represión y genocidio»

Xulio Vázquez

VIGO

josé manuel gómez millán «Pucho» Presidente del colectivo vigués Memoria do 36.

09 sep 2008 . Actualizado a las 10:57 h.

Es más fácil permanecer en la memoria de algún familiar que en la colectiva porque esto último supone pasar a las páginas de la historia. Lo cierto es que el anuncio del Juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de iniciar los trámites para elaborar un censo de desaparecidos durante la Guerra Civil Española y abrir una causa general para perseguir los crímenes ha logrado remover conciencias, suscitar apoyos, y críticas. El filósofo Gustavo Bueno llegó a decir que «Garzón tiene complejo de Jesucristo para juzgar a los vivos y a los muertos». No lo entiende así el colectivo vigués Memoria do 36, cuyo presidente José Miguel Gómez Millán Pucho (77 años) dice que «pueden generar un vuelco a la historia en la lucha contra la impunidad». -¿Cuándo surgió el colectivo? -Es reciente y obedece a la necesidad de poder seguir trabajando en la investigación de lo sucedido en Vigo y en Galicia durante la dictadura franquista. Ya se habían producido otras iniciativas, pero se frustraron en estos dos últimos años. -¿Algo que ver con la Ley de la Memoria Histórica? -No. Además nosotros ya habíamos empezado a trabajar en pro de la memoria histórica hace seis años, organizando actos importantes en la ciudad, pero sigue siendo una reivindicación. De todos modos, la aprobación de esa ley supuso un paso importante. -¿Cuál es el objetivo? -Es conseguir la condena política, moral y jurídica de los asesinos de las víctimas por el franquismo. -¿Quiénes están detrás de la Memoria do 36? -Familiares de las víctimas, historiadores y muchas otras personas que están interesadas en que se haga justicia a los inocentes y que se sepa la verdad de lo sucedido. No generalidades. -¿Qué datos concretos? -Queremos saber cuántos fueron los asesinados que hubo en Vigo; el número de presos, de cárceles y de campos de concentración; las expropiaciones; y también los nombres de los asesinos. -¿Fue distinto lo sucedido en Galicia al resto del Estado? -Aquí entendemos que sucedió lo que se denomina genocidio como en el proceso de Núremberg. En Galicia no hubo guerra civil, sino represión, asesinatos planificados antes y después del 18 de julio de 1936. Y desaparición de personas, empleando todas las fórmulas de los crímenes contra la humanidad. -¿Colaborarán con Garzón? -Estamos a la espera de si se le declara competente para personarnos en la causa. También se podría crear una comisión municipal que investigue lo sucedido. -¿Hay quien opina que es una cortina para tapar la crisis? -Es una valoración política, pero nos interesa porque la mayoría somos familiares de las víctimas y las reivindicamos. -¿A quién perdió usted? -A mi padre. Lo mataron el 30 de octubre de 1936 y no era un asesino, sino que lo asesinaron. Todavía existe un ex colegio de monjas en el 32 de Ramón Nieto, que hace esquina con Fontáns. Arriba impartían clases, mientras que el bajo (ahora tapiado) se torturaba a los detenidos con la radio a todo volumen para que los niños no oyeran sus gritos.