Si hay algo que José Antonio Lorenzo sabe hacer como nadie es relacionarse. Unas dotes con las que se emplea a fondo a diario en su villa natal. En ella ha cumplido las bodas de plata como alcalde y en ella ha visto desfilar a todo tipo de personajes desde sus inicios como botones en el Gran Hotel, cuando apenas contaba doce años.
De entonces recuerda las noches, cuando la gente tenía que entrar al comedor con traje y, tras las veladas, continuaba la tertulia en la terraza al son de la orquesta. Por ella pasaron genios de la música como Pau Casals o Ataulfo Argenta.
Un ambiente y unos personajes bien diferentes al del nuevo balneario. Por éste ha visto pasar a Paco Rabal, Sancho Gracia, Antonio Ferrandis, Jorge Sanz, Javier Bardem, Victoria Vera, Victoria Abril, Marisa Paredes, Concha Velasco, Jaime de Armiñán, Antoñete, Guillermo Summers, Antonio López, Paco Fernández Ochoa y, últimanente, a Pedro Duque. Todo un elenco digno de un pequeño principado, como le gusta llamar a su villa del alma.
«Paco Rabal quería dar un mitin para mi candidatura a la alcaldía en 1987, le dije que no, que era yo el que debía hacerlo; era entrañable», explica Lorenzo, a quien la actriz Victoria Vera llamaba Josiño, durante su estancia en el balneario.
Recuerda instantes emocionantes como cuando se rodó La hora bruja con Rabal, Victoria Abril y Sancho Gracia; o Gallego, rodada entre Mondariz Balneario y Cuba, a donde consiguieron viajar después de intensas negociaciones con el gobierno de Castro.
Pero los que realmente dejaron huella en José Antonio fueron los valores de Enrique Peinador, «un galleguista de lujo», descubridor de la fuente de Gándara y capaz de convertir la villa en uno de los centros de hidroterapia más importantes del mundo, en el que ya los romanos hacían sus pinitos.
La afluencia de visitantes era tal que llevó a la construcción del Gran Hotel, obra de Jenaro de la Fuente, e inaugurado por Peinador en 1898.
Personajes
Las nuevas instalaciones acogieron a Emilia Pardo Bazán, Otero Pedrayo, Emilio Castelar, José Echegaray, Ramón Cabanillas, Wenceslao Fernández Florez, el general Primo de Rivera y Lerroux, entre otros muchos.
De él solía decir Carlos Arniches: «Hay dos aguas en el mundo, la bendita y la de Mondariz», recuerda José Antonio, para quien las tres piezas claves del resurgir del balneario tras el incendio de 1973 han sido el pueblo, el gobierno gallego y el presidente de Aguas de Mondariz, Javier Solano. Esta fue la persona clave del resurgir de la villa, creyó en el termalismo y lo plasmó en inversión, algo que resultó fundamental para lograr la actual imagen. Y todo aderezado con la insistencia de este alcalde, que no paró hasta ver cumplido su sueño.